EL MUNDO
Apuntando a la yugular petrolera de Bush en el norte de Colombia
La segunda guerrilla del país atacará intereses norteamericanos en la zona que Bush busca reforzar con ayuda militar adicional.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla de Colombia, declaró ayer como “objetivos militares” a las tres empresas petroleras más importantes del país: la estadounidense Occidental Petroleum Corp., la hispano-argentina Repsol-YPF y la colombiana Ecopetrol. Esto significa que el estratégico oleoducto Caño Limón –zona privilegiada de los intereses norteamericanos donde Estados Unidos intenta financiar e instalar unidades especiales de seguridad– será el blanco clave de la guerrilla. La advertencia llegó por medio de cinco diputados, dos alcaldes, dos concejales y dos sacerdotes, que habían sido secuestrados por el ELN hace una semana y que ayer fueron entregados a una delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el departamento del Meta. Esta ofensiva de la segunda guerrilla del país se suma a la escalada de atentados urbanos que desde el domingo pasado anuncian el despliegue de la guerra en las ciudades, lo cual aumenta la tensión del escenario político a menos de dos meses de las elecciones presidenciales.
El ELN justificó las amenazas contra las empresas petroleras al argumentar que “financian el plan de guerra militar y paramilitar para Arauca”. “A partir del momento todo interés, propiedad o bien de estas compañías será objetivo militar de nuestra organización y el que trabaje para ellos asume sus propios riesgos”, indicó un comunicado. La ofensiva incluye la suspensión de la tregua sobre el oleoducto Caño Limón Coveñas -el segundo más importante de Colombia para la exportación de crudo–, donde ya comenzaron los ataques a la tubería en rechazo a la oferta norteamericana de instalar allí una unidad militar para proteger las instalaciones. “De inmediato se ofrecen 98 millones de dólares para instalar la maquinaria de guerra y se militariza el oleoducto con el apoyo de asesores militares gringos”, agregó el ELN en su comunicado en referencia al monto que el gobierno estadounidense solicitó en febrero al Congreso para financiar equipo y entrenamiento para una brigada del ejército colombiano que brinde seguridad al complejo de Caño Limón ya que, a comienzos de este año, Occidental suspendió las exportaciones de crudo por los frecuentes ataques rebeldes y el año pasado estuvo prácticamente cuatro meses sin funcionar. Un vocero de la “Oxy”, en diálogo con Página/12, negó que las exportaciones estén interrumpidas y aclaró que este comunicado “no modifica las condiciones de seguridad ya que esta situación es constante y no hace falta un anuncio para saber que va a haber atentados”.
El oleoducto Caño Limón-Coveñas, de 780 kilómetros de longitud, transporta a diario unos 120.000 barriles de crudo desde los campos de producción en Arauca hasta un puerto en el Mar Caribe, desde donde se exporta. La tubería fue blanco de 170 ataques en el 2001, una cifra record desde que empezó a funcionar en 1986, y en lo que va de este año ya ha sufrido 16. La estatal Ecopetrol recibe un 50 por ciento de la producción de Caño Limón, Occidental un 35 por ciento y el restante 15 por ciento va para Repsol. Caño Limón representa un 5 por ciento de la producción mundial de Occidental, siendo el complejo petrolero más grande de la firma en América.
El ELN se caracteriza por atacar objetivos de la infraestructura energética y petrolera del país. En abril del año pasado secuestró a 100 trabajadores de Occidental en Arauca a los que luego liberó; en marzo de 1999 había secuestrado al ingeniero argentino Edgardo Rigoñi de la empresa Techint, que fue liberado después de 38 días. Este diario consultó con Repsol-YPF de Argentina y una vocera confirmó que no hay personal argentino trabajando en sus instalaciones en Colombia, donde –aseguró– la planta es reducida.
Informe: Verónica Gago.
Subnotas