EL MUNDO
› POR LAS ACUSACIONES DE NEPOTISMO Y CORRUPCION
Nace la guerra civil interpalestina
Por Patricia Salas *
Desde Jerusalén
El Parlamento palestino dio ayer una vuelta de tuerca más a la delicada situación de su gobierno y conminó a Yasser Arafat a aceptar la dimisión del primer ministro Ahmed Qureia, y asumir reformas institucionales y de seguridad. Bajo la amenaza de expulsar del Ejecutivo a Abu Ala por medios alternativos como el “acoso parlamentario”, el cuerpo legislativo exhortó a Arafat, en una resolución aprobada por 43 votos a favor, 4 en contra y 4 abstenciones, a “dar los pasos necesarios para nombrar un gobierno capaz de llevar a cabo sus responsabilidades”, en un mensaje claro al presidente palestino.
Una guerra abierta entre facciones de distinta índole y que tiene como protagonistas a los jóvenes militantes de Al-Fatah y las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, brazo armado de Al-Fatah, movimiento presidido por Arafat. Ambos organismos piden la regeneración de los cuerpos policiales y políticos de una ANP enferma del cáncer de la corrupción y el nepotismo. Y sus luchas comienzan a tener objetivos muy claros. Nabil Amer, el que fuera ministro de Información con Mahmud Abbas, Abu Mazen, fue tiroteado la noche del martes en las calles de Ramala cuando se dirigía a su casa. Amer llamó a la calma en un comunicado y aseguró que si el propósito de la agresión era silenciarlo, no se arrepentía de las reprobaciones proferidas hasta ese momento. Pese a que las Brigadas han negado cualquier implicación en el ataque, los analistas leen la agresión en clave de advertencia por sus ácidas críticas a Arafat. Entretanto, la anarquía continuó en Nablus donde su vicegobernador, Fadel Ashuli, miembro de AlFatah fue secuestrado por militantes armados y trasladado a algún lugar en el campo de refugiados de Balata. No es la primera vez que la violencia se desata en este distrito cisjordano, bastión de las Brigadas. Ya en noviembre asesinaron al hermano del entonces gobernador de Nablus, Ghassan Shaka, quien a su vez dimitió el pasado mayo por “la inacción de la ANP y sus organismos de seguridad para impedir la grave crisis de la ciudad”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.