EL MUNDO
La familia del “demente” en la mira
La presidenta del Consejo de Defensa del Estado (CDE), Clara Szczaranski, advirtió que las investigaciones iniciadas en Chile sobre los bienes del ex dictador Augusto Pinochet también apuntan a su esposa y sus cinco hijos, lo que podría ayudar a evitar que Pinochet vuelva a salirse con la suya mediante el argumento de que sufre una “demencia moderada”. El CDE, que asesora al gobierno del presidente Ricardo Lagos, inició el martes una investigación para aclarar las cuentas secretas que el general Pinochet mantuvo en el Riggs Bank de Washington, con depósitos que fluctuaron entre cuatro y ocho millones de dólares. La abogada Szczaranski, en una entrevista que publicó ayer el semanario Siete más Siete. declaró que la investigación también apunta a los familiares de Pinochet y a todos “quienes resulten responsables” de eventuales delitos en el origen de ese dinero, depositado entre 1994 y 2002. El proceso en manos del juez Sergio Muñoz, según explicó la abogada, debe concentrarse no sólo en el ex dictador sino en “todas aquellas personas que aparezcan como titulares, destinatarios o beneficiarios de los recursos cuyo origen se ignora o no aparece explicado”. “Hubo operaciones por lo menos extrañas para encubrir a quienes aparecían como titulares de los fondos, ésas son las típicas maniobras de lavado de dinero”, afirmó Szczaranski. La esposa de Pinochet, Lucía Hiriart, es propietaria de varios bienes inmuebles, mientras sus hijos Augusto y Lucía Pinochet aparecieron vinculados a negocios con el Estado y el ejército, durante el régimen militar de 1973-1990, según antecedentes que publica el semanario. Pinochet, de 88 años, enfrenta esta investigación en Chile después que una Comisión del Senado de Estados Unidos reveló, el pasado 15 de julio, la existencia de sus cuentas secretas en el Riggs Bank. Su abogado defensor, Pablo Rodríguez, se manifestó convencido de que en el origen de estas cuentas no hubo “actos de corrupción”, mientras su hijo menor, Marco Antonio Pinochet, afirmó que el dinero provino de donaciones privadas. “Tendrían que probarlo. No basta con decirlo”, replicó Szczaranski. “Y debe ser el propio general Pinochet quien debe aclarar cómo se obtuvo ese dinero que fue depositado en el banco Riggs”, agregó.