La esposa del ex dictador chileno Augusto Pinochet aparece también vinculada a sus cuentas bancarias descubiertas en Estados Unidos, con depósitos de entre ocho y cuatro millones de dólares, según antecedentes que estudia el juez encargado del proceso en Santiago. La defensa del ex dictador pretende evitar que Lucía Hiriart de Pinochet tenga que declarar ante los tribunales, asegurando que tiene “pocos antecedentes” sobre esos fondos secretos. Los abogados del ex dictador iniciaron una auditoría contable, para establecer el origen de las cuentas descubiertas en Estados Unidos, informó ayer el jurista Pablo Rodríguez.
Lucía Hiriart figura como la otra titular de las cuentas corrientes, que tenían carácter bipersonal, con las mismas facultades para girar dinero y realizar operaciones bancarias de su esposo. “También he conversado con ella y tiene muy pocos antecedentes, porque estas cosas las manejaba él directamente”, explicó Rodríguez, consultado sobre el papel de Hiriart en las operaciones bancarias. De esta forma, la defensa del ex dictador pretende evitar que Lucía Hiriart de Pinochet, quien nunca estuvo implicada en un proceso judicial, tenga que declarar ante los tribunales en lugar de su marido, de quien se dice “no puede recordar”, dada su avanzada edad, la existencia de las cuentas en el banco estadounidense. “Falta que haya más claridad sobre la responsabilidad que le cabe a Lucía Hiriart en estas cuentas millonarias”, señaló el diputado socialista Alejandro Navarro. La declaración de Hiriart, de acuerdo con las fuentes judiciales, sería más expedita, ya que a diferencia de su esposo no está protegida por ningún fuero ni está inhabilitada físicamente para responder a las preguntas. El ex dictador, de 88 años, cuenta con una inmunidad especial que le otorgó el Congreso chileno al reconocerle su condición de ex presidente de la república. Pinochet fue además declarado inhábil mental por la Corte Suprema en julio de 2002, que bajo este argumento lo sobreseyó definitivamente en un proceso por asesinatos y secuestros, conocido como la “Caravana de la Muerte”.
“Aquí lo que interesa es el origen de esos dineros y nosotros vamos a dar a conocer, minuciosa y acabadamente, el origen de cada uno de esos dineros para que no haya ninguna duda”, señaló Rodríguez, jefe del equipo jurídico que asesora al general Pinochet, quien luego insistió en que el ex dictador “no está en condiciones” de explicar el origen de ese dinero. Tras el descubrimiento de esas cuentas en el Riggs Bank de Washington por una comisión del Senado de Estados Unidos, los jueces chilenos Sergio Muñoz y Juan Guzmán Tapia iniciaron investigaciones sobre los bienes del ex dictador que gobernó Chile entre 1973 y 1990. Mientras el juez Muñoz estudia el origen de los fondos depositados, que fluctuaron entre cuatro y ocho millones de dólares, Guzmán Tapia ordenó a la policía una investigación sobre los bienes que Pinochet posee en Chile.
El diputado Navarro pidió además al juez Muñoz investigar la institución de beneficencia Cema-Chile, que Hiriart dirige desde que era primera dama, como el posible origen de parte de los dineros depositados en Estados Unidos. Cema-Chile, cuyo funcionamiento en los últimos años es desconocido, tiene un patrimonio de unos seis millones de dólares, aportados en su mayoría por la Polla Chilena de Beneficencia (un sistema de juegos de azar), de acuerdo con datos que aportó Navarro. “Los orígenes del presupuesto de Cema-Chile no quedan claros. Cema-Chile ha incrementado su patrimonio desde 1994 en más de 100 por ciento, aunque en los hechos es una institución fantasma”, explicó el parlamentario.
Lucía Hiriart aparece como propietaria de varias viviendas, mientras que su marido declara la posesión de 11 bienes inmuebles valorados en 1,3 millones de dólares, de acuerdo con informes comerciales. Al momento de llegar al poder, Pinochet y su esposa declaraban la posesión de una modesta casa de clase media, en la que vivían junto a sus cinco hijos y la propiedad de un automóvil.