EL MUNDO
Vuelta a casa desde Guantánamo
› Por Eduardo Febbro
Al cabo de más de dos años de detención en la cárcel norteamericana de Guantánamo Bay y uno y medio de negociaciones entre París y Washington, cuatro de los siete prisioneros franceses capturados por Estados Unidos durante la operación militar en Afganistán contra el régimen talibán y las bases de Al-Qaida fueron “repatriados” ayer hacia Francia. Nizar Sassi de 22; Murad Benchellali, 24; Brahim Yadel, 33, e Imad Kanouni, 27 años, fueron puestos inmediatamente bajo arresto provisorio. Los cuatro supuestos terroristas que la administración norteamericana mantuvo en Guantánamo junto a otros 600 prisioneros sin estatuto y sin cargos están siendo investigados en Francia en el marco de una investigación iniciada en noviembre de 2002. El juez antiterrorista francés Jean-Louis Bruguière los inculpó de “asociación de delincuentes con vistas a preparar actos terroristas”.
Sin embargo, los enviados de los servicios secretos franceses (DST) que recogieron sus respectivos testimonios cuando estaban detenidos en Guantánamo no consideran que los cuatro sean cuadros importantes sino apenas “pequeños soldados de la Jihad convertidos a un Islam riguroso” que siguieron un entrenamiento militar y religioso en Pakistán y Afganistán. La transferencia a Francia de los cuatro hombres no soluciona el antagonismo entre París y Washington a propósito de los prisioneros de Guantánamo. Aún quedan otros tres franceses más arrestados en la base norteamericana y, según expresó ayer el presidente francés Jacques Chirac, París prosigue las discusiones con “las autoridades norteamericanas a fin de obtener la transferencia de los demás detenidos”. Riduane Khalid, Khaled Ben Mustafa y Mustaq Ali Patel permanecen en Guantánamo sin que se sepa muy bien por qué. William Bourdon, el abogado de Nizar Sassi y Murad Benchellali, declaró que era “decepcionante” que sólo cuatro franceses hayan sido transferidos.
Bourdon consideró como “enigmáticos” los criterios de selección de las autoridades estadounidenses y se preguntó si acaso éstas no están “escondiendo elementos de una negociación cuyos elementos se desconocen”. Un diplomático francés admitió que los Estados Unidos esperaban que “esos hombres no constituyan luego una amenaza para el país”.
Las condiciones del retorno a Francia de los cuatro detenidos son casi novelescas. Los cuatro franceses no fueron extraditados sino oficialmente “expulsados”; no hubo en el medio comisión rogatoria alguna ni tampoco solicitud de extradición debido a la falta de elementos. Nadie sabe tampoco por qué otros tres franceses permanecen detenidos cuando, en realidad, las condiciones de su detención y su supuesta participación en grupos combatientes afiliados a Al-Qaida o de apoyo a los talibanes son similares.