La red extremista islámica Al-Qaida planea nuevos atentados contra la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, la Bolsa de Nueva York y otros objetivos financieros simbólicos reveló ayer la administración estadounidense. “Tenemos nueva información precisa sobre los lugares contra los que Al-Qaida querría perpetrar sus atentados. Por tal razón, el gobierno de Estados Unidos vuelve a elevar el nivel de alerta a ‘muy elevado’ (naranja) para los barrios financieros de Nueva York, del norte del Estado de Nueva Jersey y de Washington”, anunció Tom Ridge, el secretario de Seguridad Interior.
Además del FMI y la Bolsa neoyorquina, el funcionario mencionó como posibles blancos de un futuro atentado de la red de Osama bin Laden, las sedes del Banco Mundial (BM) en Washington, del edificio del Citigroup, primer grupo financiero del mundo, ubicado en Manhattan, en pleno corazón de Nueva York, y la del Prudential Financial, en el norte de Nueva Jersey. Este incremento del grado de la amenaza terrorista no afecta en realidad a Nueva York, ciudad que se ha mantenido en ese nivel de peligro desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la creación de la escala de colores. En el resto del país, el alerta es amarillo.
“Comparada a otros datos sobre amenazas terroristas, estas informaciones de inteligencia suministraron detalles muy precisos”, insistió Ridge durante una conferencia de prensa en Washington. Esa calidad de información “ha sido raramente constatada”, añadió. Consideró “alarmante” el “nivel de detalles específicos” que hay sobre los planes de ataques y añadió que la seguridad en el perímetro de los edificios mencionados será reforzada, y no se autorizará “a camiones y coches que penetren” en el mismo, dando fuerza a la tesis avanzada por la policía de Nueva York de que el método escogido por la organización era el de los coches-bomba. Ridge aprovechó para alabar al presidente George W. Bush por su determinación en el combate contra el terrorismo: “El tipo de información de que disponemos hoy es el resultado del liderazgo del presidente en la guerra contra el terrorismo”. “Al-Qaida nos quiere intimidar, pero vamos a reaccionar de forma inflexible”, afirmó Ridge.
En Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg ofreció una conferencia de prensa en la que coincidió en destacar la credibilidad, el detalle de las amenazas y la decisión de aumentar la seguridad tomada en consecuencia. “Estamos desplegando nuestra completa variedad de recursos antiterroristas”, dijo el alcalde, señalando que habrá “aún una mayor presencia en lugares delicados y simbólicos a lo largo de la ciudad a partir de ahora”. Al mismo tiempo, lanzó un mensaje tranquilizador: “La gente debe levantarse por la mañana y disfrutar de las muchas libertades que los terroristas encuentran tan amenazadoras”.
El comisionado de policía de la ciudad, Raymond Kelly, dio más credibilidad a la posibilidad de un atentado con bomba que a uno químico, si bien señaló que se han dado consignas a los responsables de seguridad de los edificios afectados para que vigilen los sistemas de ventilación.
“La información de los servicios de inteligencia que hemos recibido indica que la principal amenaza a las instituciones financieras en la ciudad de Nueva York es mediante bomba”, dijo el comisionado. De este modo, daba prioridad a este método sobre el del ataque con agentes químicos o biológicos, tal y como habían apuntado las fuerzas de seguridad horas antes. “Un atentado con explosivos es considerado como más posible en estos momentos”, añadió.
Por su parte, la cadena de televisión ABC manifestó que Al-Qaida planea hacer entrar terroristas no árabes a través de los más de 3200 kilómetros de frontera con México, una de las más transitadas irregularmente del mundo. La información adquiere relevancia, en vistas de que Nueva York será la sede de la Convención del Partido Republicano en agosto y septiembre.