EL MUNDO
› BUSH LANZO, CON UN FURCIO EL MAYOR PRESUPUESTO MILITAR DE EE.UU.
Cuando un lapsus dice la verdad
Atribuyendo por error a su propio gobierno los designios del terrorismo de dañar a Estados Unidos, George W. Bush lanzó ayer el mayor presupuesto militar norteamericano de tiempos de paz, en medio de una campaña electoral donde se pelea el voto de los uniformados.
“Esta administración nunca deja de pensar en cómo causar daño a nuestro país y a nuestro pueblo.” Con este fallido, el autoproclamado presidente en tiempo de guerra, George W. Bush, presentó ayer el mayor presupuesto militar de Estados Unidos en tiempos de paz. Insistió en colocar a la guerra contra el terrorismo como el tema central de su gestión y de su campaña electoral, recalcando que su política ha hecho que Estados Unidos esté más seguro y el país todavía enfrenta la amenaza terrorista. El presupuesto militar por 400.000 millones de dólares para financiar las operaciones en Afganistán e Irak incluye un aumento salarial para los soldados y fondos para defensa antimisiles.
Bush aprovechó la ocasión para lanzar varios párrafos grandilocuentes describiendo los logros obtenidos en la guerra contra el terrorismo. Sin embargo, reconoció que eso no es suficiente, ya que los “enemigos” de Estados Unidos siguen al acecho. “Ellos nunca dejan de pensar en formas nuevas de dañar a nuestro país y a nuestro pueblo, y nosotros tampoco”, afirmó Bush con tono muy serio, aparentemente sin darse cuenta de lo que había dicho. Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, que estaba con Bush, también permaneció imperturbable, aunque luego Scott McClellan, vocero de la Casa Blanca, dijo que el furcio mostraba que “incluso las personas de hablar claro pueden equivocar la frase. “La ley cumple nuestro compromiso de asegurarnos de que nuestras fuerzas armadas tengan todas las herramientas necesarias para derrotar las amenazas de nuestro tiempo”, dijo el presidente, durante la ceremonia para firmar la partida presupuestal. “El mensaje es claro: en un tiempo de conflicto y desafío, Estados Unidos apoya a sus militares”, dijo Bush. Destacó que la nueva partida incluye un aumento salarial de 3,5 por ciento para los militares y dinero para vivienda fuera de la base, con la intención de atraer y mantener a los soldados. “Ningún enemigo o amigo puede dudar de que Estados Unidos tiene los recursos para prevalecer, y prevaleceremos”, dijo el presidente en la ceremonia en la cual firmó la ley que incrementa en un 4,5 por ciento el gasto militar para el año fiscal 2005, que comienza el 1º de octubre.
El presupuesto militar es el único de los 13 proyectos presupuestales aprobado en ambas cámaras del Congreso, e incluye 25.000 millones de dólares para tropas y equipos adicionales en Irak y Afganistán. El presupuesto agrega 95 millones de dólares para ayuda alimentaria y otros suministros para los habitantes de la región de Darfur en Sudán. La ley también incluye 10.000 millones de dólares para el controvertido programa de defensa antimisiles que incluye estaciones de radar, satélites espía y misiles interceptores que Bush planea desplegar desde que asumió el cargo en enero de 2001. Sin embargo, un estudio conjunto de tres organizaciones independientes indicó que “la puesta en marcha del sistema nacional de defensa contra misiles debería suspenderse hasta que se pruebe su tecnología”. “Hasta ahora, a pesar del gasto de 75.000 millones de dólares, no hemos encontrado que funcione alguno de los componentes de ese sistema, y no podemos planificar nuestra seguridad presumiendo que funcionará”, agregó ese estudio.
Bush destacó que también hay asignaciones para la compra de más vehículos blindados, destructores lanzamisiles, 42 aviones de combate F/A18 y F/A22, nuevos aparatos C-17 de transporte y aviones Predator de reconocimiento sin piloto. Pero Carl Conetta, codirector del Proyecto para Alternativas de Defensa, en Massachusetts, señaló que “el gasto de más dinero no hace que uno esté más seguro, lo que importa es cómo se gasta”. “Gran parte del equipo que se compra no tiene relevancia en la guerra contra el terrorismo y refleja prioridades que datan de antes del 11 de septiembre (de 2001)”, declaró el especialista. Los gastos de defensa han aumentado exponencialmente durante la gestión Bush y tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Bush elogió los golpes dados a Al-Qaida y dijo que “nuestros soldados han destruido sus campos terroristas, estamos desbaratando sus planes, hemos puesto fin a los regímenes en Kabul y Bagdad que apoyaban a los terroristas”. Sin embargo, reconoció que “nuestros enemigos son innovadores e ingeniosos, nunca dejan de pensar en formas nuevas de dañar a nuestro país”.