EL MUNDO
› VIETNAM E IRAK VUELVEN A LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL
Guerra sucia en las pantallas
Por Rupert Cornwell *
El icono republicano John McCain acudió ayer a la defensa de su amigo y compañero, el héroe de Vietnam John Kerry, denunciando nuevos avisos publicitarios de televisión de veteranos pro George Bush en los que se acusa al contrincante presidencial demócrata de mentir sobre su historial de guerra hace 35 años. La amarga discusión sobre las publicidades es el último giro en una elección extraordinariamente intensa, que ha visto al presidente y a Kerry haciendo campaña a comienzos de agosto con una ferocidad que generalmente no suele verse hasta los últimos quince días anteriores a la votación de noviembre.
Los avisos no son directamente el trabajo de la Casa Blanca, sino de un grupo llamado “527”, nombrado así por una disposición del código impositivo que permite exhibir avisos de elección muy partidarios, mientras no pidan explícitamente la derrota de uno u otro candidato. Este grupo se llama Swift Boat Veterans for Truth (Lancha Rápida de los Veteranos por la Verdad), una referencia a una pequeña nave que patrullaba el delta del Mekong durante la guerra y que estaba comandada entonces por el teniente de la Marina de Estados Unidos John Kerry. Durante su servicio 1966-69, el senador de Massachusetts ganó una estrella de plata y una de bronce por su valor, así como tres corazones púrpuras (otorgados por heridas recibidas en batalla).
“Sé que John Kerry está mintiendo sobre su primer corazón púrpura”, dice un veterano, que declara haber estado a bordo de una lancha rápida que operaba cerca de aquella a bordo de la cual servía Kerry. Otro veterano abiertamente declara: “John Kerry mintió para conseguir su estrella de bronce”. Los avisos fueron recibidos con mucha rabia, tanto por la campaña de Kerry como por los veteranos de la lancha rápida que pelearon a su lado y que han sido un apoyo constante al candidato en su ruta de campaña, más recientemente en un acto de precalentamiento antes del discurso de aceptación de Kerry en la fiesta de la convención por la nominación demócrata en Boston la semana pasada.
El comité nacional demócrata llamó a los avisos ayer “un paquete de mentiras” y lanzó su propia ofensiva para mantenerlos fuera de la pantalla en los tres estados campos de batalla de Wisconsin, Ohio y Virginia occidental, donde se estaban exhibiendo. Pero el arma más efectiva de Kerry puede ser su colega republicano de Arizona, que nunca le perdonó a la campaña de Bush haber manchado su desempeño durante la feroz campaña de 2000, sobre todo en la primaria pivotal de Carolina del Sur. Llamando al aviso “des-
honesto”, el senador McCain declaró que la campaña de Bush debería “condenarlo específicamente”. La Casa Blanca se despegó de los avisos, pero pidió un fin para todos los gastos de campaña “527”, el grueso de los cuales corrió por cuenta de los demócratas, que han pasado avisos retratando a Bush como una criatura de privilegio y torpe comandante en jefe en Irak.
La disputa es otra señal de lo feroz e implacable que amenaza ser esta campaña. Una sarta de malas noticias esta semana además hizo que el equipo de Bush-Cheney esté especialmente sensible. Las nuevas cifras de empleo, que muestran que la economía creó unos anémicos 32.000 empleos en julio, socavaron la declaración de la administración de que la recuperación en la producción de empleos estaba en marcha. La campaña Kerry constantemente aprovechó esto como prueba de que la estrategia económica de Bush es un fracaso.
Por otra parte, el campo de Bush fue sacudido por las nuevas encuestas que muestran que el competidor demócrata del presidente lleva una ventaja del 7 por ciento en Florida y New Hampshire, dos estados oscilantes que Bush ganó por escasos votos hace cuatro años. Tan pareja es la carrera que Bush se ha visto obligado a abandonar sus vacaciones de agosto, así como cualquier esperanza de poder conducir la estrategia “Jardín de Rosas” de presidentes pasados, que preferían retratarse a sí mismos como “presidenciales”, manejando grandes asuntos de estado desde la Casa Blancaen lugar de rebajarse a un ruta de campaña. Pero este titular no goza ya de ese lujo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.