EL MUNDO
› DECENAS DE MILES DE SOLDADOS REGRESARAN A ESTADOS UNIDOS
George W. “flexibiliza” sus fuerzas
Bush anunció el retiro de unas 70 mil tropas de Europa y Asia en 10 años –básicamente de Alemania y Corea del Sur–.
Por David Usborne *
Desde Nueva York
El presidente George Bush ordenó uno de los mayores desplazamientos de tropas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial que significará el regreso a casa de cientos de miles de soldados estadounidenses actualmente estacionados en Europa occidental y Asia y el cierre de bases militares en el extranjero. Hablando ante un grupo de veteranos militares en Cincinnati, Ohio, Bush dijo que el plan, que había estado bajo discusión en Washington durante tres años, está destinado a “agilizar y flexibilizar” las fuerzas estadounidenses ahora que las prioridades de defensa pos Guerra Fría se desvanecen y el terrorismo se convierte en una amenaza mayor.
En total, unos 70.000 uniformados y 180.000 empleados civiles que apoyan las bases extranjeras serán retirados de Europa occidental y de Asia en diez años, dijo el presidente. Dio pocos detalles específicos, pero los funcionarios insinuaron que el mayor número se retiraría de Europa. La mayoría de los soldados serán reapostados en bases en Estados Unidos, aunque los funcionarios de la Casa Blanca indicaron que el número de tropas estadounidenses en Medio Oriente y Asia Central puede aumentar ligeramente. La letra chica de la nueva estrategia, incluyendo la identidad de aquellas bases que probablemente se cierren, será negociada con los aliados de Estados Unidos en los próximos meses. El mayor impacto lo puede recibir Alemania, que albergó a cientos de miles de tropas estadounidenses desde 1945.
El recambio también puede incluir cerrar los cuarteles generales europeos de la Marina de Estados Unidos, ahora en Gran Bretaña y mudarlos a Italia. Bush, que hizo el anuncio durante una visita de campaña a Ohio, enfatizó que la nueva instancia aliviará las presiones internas de las familias de los militares estadounidenses en el exterior. Espera que el mensaje sea bien recibido por los votantes con lazos con militares, en la elección presidencial de noviembre. “Nuestros miembros en servicio tendrán más tiempo en el frente interno, y menos movidas durante la carrera.” Pero la nueva política ya estaba bajo fuego de los demócratas anoche y seguramente se convertirá en un punto de debate entre Bush y su rival John Kerry. En una declaración anoche, el general retirado Wesley Clark dijo que “minaría significativamente” la seguridad nacional de Estados Unidos.
El general Clark, cuya propia carrera por la nominación presidencial demócrata terminó pronto este año, acusó al presidente de una “movida mal concebida y en un momento en que parece más motivada políticamente que destinada a fortalecer nuestra seguridad nacional”. Corea del Sur reveló a comienzos de este verano que fue abordada por el Pentágono que le dijo que debía esperar una reducción del número de tropas estadounidenses en la península de Corea, donde ahora hay 30.000, a un tercio para fines del año que viene. Esto llega en un momento de gran tensión diplomática en la región.
Al explicar los cambios, Bush dijo: “El mundo ha cambiado mucho y nuestra posición debe cambiar con él, por el bien de las familias de nuestros soldados, por el bien de nuestros contribuyentes y para poder ser más efectivos para proyectar nuestra fuerza y expandir la libertad y la paz”. “Nuestras fuerzas esencialmente permanecieron donde estaban cuando terminaban las guerras del siglo pasado”, continuó el presidente, subrayando que Estados Unidos se enfrenta ahora a nuevos tipos de amenazas, incluyendo el terrorismo. El redespliegue de los soldados estadounidenses en el exterior “nos ayudarán a pelear y a ganar esas guerras del siglo XXI”.
Richard Holbrooke, el ex embajador de Estados Unidos en las Naciones Unidas bajo el presidente Bill Clinton, y que ha sido señalado como un potencial secretario de Estado si Kerry gana la carrera a la Casa Blanca, expresó su desagrado. “No tengo ninguna duda que esto debilitará nuestras defensas nacionales”, dijo. Sostuvo también que la decisión de retirarse parcialmente de Europa occidental “será vista por nuestros aliados como una confirmación de los instintos unilateralistas del presidente Bush. También puede enviar una señal de que Estados Unidos está menos interesado en seguir actuando como la fuerza principal para la estabilidad en Asia y en Europa. Esto claramente significa que la administración cree que es hora que otras partes del mundo entren a tomar ese rol”, comentó Leon Fuerth, el ex consejero de seguridad de Al Gore. “Se desconoce si lo harán, y representa el único gran riesgo”. Afuera de Irak y Afganistán, Estados Unidos actualmente tiene 200.000 soldados apostados en el exterior, distribuidos en partes iguales entre Europa y Asia.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.