EL MUNDO
› LA VERSION OFICIAL ES NEGLIGENCIA EN EL MANTENIMIENTO DE LOS AVIONES
El misterio de si fue como un 11-S
Tras la doble tragedia en el cielo ruso el martes, que dejó 89 víctimas, no se descartan las hipótesis de atentados terroristas, factor humano y fallas técnicas. Habrá que explicar la diferencia de tres minutos entre ambas caídas y una señal de alarma.
Por Michael Mainville y Andrew Osborn *
Desde Moscú
Familias de las 89 personas que murieron al estallar casi simultáneamente dos aviones en Rusia esperaban ayer las noticias de si sus allegados habían sido víctimas del ataque terrorista al estilo 11 de septiembre o de una pura catástrofe azarosa. Familiares y amigos estremecidos por el dolor convergían en el aeropuerto Domodedovo de Moscú, donde las autoridades daban asistencia e información. El informe oficial habló ayer de negligencia en el mantenimiento de los aviones ante la falta de evidencia de sabotaje. Pero hay indicios que llevan a no descartar una acción terrorista.
Un indicio fue que el avión que se dirigía a Sochi, un Tu-154 de las Aerolíneas Sibir, con 46 personas entre pasajeros y tripulación, emitió una alerta de secuestro –o un llamado de peligro– justo antes de estrellarse cerca de la ciudad de Rostov-on Don, a 960 kilómetros al sur de Moscú. Testigos desde tierra informaron de una explosión a bordo del segundo avión, un Tu-134 de Volga Aviaexpress, antes de estrellarse cerca de Tula, a 144 kilómetros al sur de Moscú. Varios pasajeros no se embarcaban en el avión que volaba a Sochi, por lo que éste se retrasó un poco. Ahora los servicios secretos estarían interrogando a esos afortunados. Entre las coincidencias cabe destacar que ambas naves despegaron del mismo aeropuerto (Domodedovo) con sólo tres minutos de diferencia.
A última hora de la tarde, el fiscal general, Vladimir Ustinov, subrayó que se estaban estudiando varias versiones sobre lo ocurrido, incluida la de “atentados terroristas, factor humano y fallas técnicas”. El presidente Vladimir Putin interrumpió sus vacaciones en la estancia de retiro del Mar Negro, en Sochi, destino de uno de los aviones, y regresó a Moscú. Ordenó investigar al Servicio Federal de Seguridad, ex KGB. Un vocero del FSB, Sergei Ignatchenko, dijo que la agencia de inteligencia no había encontrado evidencia de terrorismo en sus investigaciones iniciales. La “caja negra” con los registros de los vuelos de ambos aviones fueron recobradas, pero aún no habían sido analizadas.
Las labores de rescate en la provincia de Tula, donde se estrelló el Tu-134 que volaba a Volgogrado, concluyeron ayer por la tarde después de ser hallados 43 cadáveres, es decir, los cuerpos de todos los que iban a bordo: 35 pasajeros y ocho tripulantes.
En la provincia de Rostov, en cambio, los socorristas continuaban buscando cuerpos y por el momento habían recuperado sólo 22 cadáveres de las 46 personas que iban en el Tu-154. Ignatechenko dijo que la línea principal de investigación involucraba “violación de reglas operativas de aviación civil”, incluyendo el uso de combustible de baja calidad, infracción de regulaciones de combustible y errores de piloteo.
Los oficiales del aeropuerto Domodedovo dijeron que ambos aviones “viajaban bajo condiciones estándar de preparación de vuelos” y que los procedimientos se habían llevado a cabo correctamente.
Si se confirma la versión de que los accidentes se debieron a fallas técnicas, significaría que se comienza a cumplir el pronóstico que periódicamente aparece en los medios de comunicación rusos, a saber, que en cualquier momento los aviones rusos comenzarán a caerse uno tras otro. Ello se debería a que no se reemplazan los aparatos, la mayoría son viejos y su mantenimiento deja mucho que desear.
Pero tampoco se excluye que los accidentes se debieran al uso de combustible de mala calidad, lo que explicaría que dos aviones de diferentes modelos, pero que despegaron de un mismo aeropuerto, se hayan estrellado casi al mismo tiempo. Por el momento no se descartó ninguna causa respecto de los dos aviones de línea rusos que se estrellaron el martes, declaró el Departamento de Estado estadounidense ayer.
Sin embargo, algunos familiares de las víctimas no están convencidos de las explicaciones. “No puedo creer que dos aviones cayeron del cielo al mismo tiempo por sí mismos. Esto tiene que haber sido terrorismo”, dijo Anatoly Zvagintsov, de 53, cuya hija, Larissa, de 21, y su esposo, Alexei, de 27, murieron en el avión que viajaba hacia Sochi.
Las sospechas acerca de la posible implicancia de los chechenos se mantienen. Habían amenazado con interrumpir el voto del domingo, que denunciaban como un fraude para instalar a un candidato pro Kremlin, Alu Alkhanov, como presidente, en reemplazo de Akhmad Kadyrov, un presidente checheno pro Moscú que fue asesinado en un ataque de bomba en el estadio de la capital chechena de Grozny en mayo.
Esta semana, la ciudad ha sufrido algunos de los peores combates en más de un año. En un asalto bien orquestado, unidades de rebeldes coordinadas atacaron simultáneamente blancos estatales incluyendo puestos de control, comisarías y establecimientos de sondeos de opinión, en Grozny, entre las 8 del sábado hasta la medianoche. Un sitio web de Chechenia citó las advertencias de un comandante rebelde sobre planes de futuras acciones que incluían ataques fuera de Chechenia. “Nuestras acciones no serán confinadas dentro del territorio de Ichkeria”, dijo el líder separatista no identificado. “El norte del Cáucaso y toda Rusia es zona de guerra. Estamos llevando a cabo ataques donde creemos que sea necesario.” Putin declaró el día de hoy “día de luto” nacional.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Alicia B Nieva.
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