Por el momento no se descartó ninguna causa respecto de los dos aviones de línea rusos que se estrellaron el martes, declaró el Departamento de Estado norteamericano. “Ahora conviene dirigirse a Rusia, pero por lo que sabemos no se descartó ni se confirmó ninguna causa”, declaró el portavoz adjunto, Adam Ereli. “Hay muchas especulaciones sobre la causa” de la caída de esos aparatos, agregó. El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, agregó que las autoridades rusas no habían realizado ninguna indicación que permitiera suponer que se trataba de atentados terroristas. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que ayer conversó con su par ruso Serguei Lavrov, ofreció a Moscú “asistencia técnica” para las investigaciones, pero “en este momento la investigación está totalmente en manos de los rusos”, declaró. Ereli y McClellan afirmaron que no tenían conocimiento de posibles pasajeros estadounidenses a bordo de los aparatos. El procurador general Vladimir Ustinov declaró: “Analizamos todas las posibilidades, entre ellas la de un acto terrorista o problemas técnicos”.