EL MUNDO
› DARAN MAS DE CINCO MILLONES DE DOLARES POR CADA UNA
Un doble tiro a las cabezas
Por Anne Penketh *
Las fuerzas rusas de seguridad ayer les pusieron un precio de 5,6 millones de dólares a las cabezas de dos líderes chechenos rebeldes por haber ordenado la toma de la escuela en Beslán, mientras aparentemente buscaban capitalizar la amplia repugnancia pública al apuntar a sus antiguos enemigos. El anuncio de que habría una recompensa por cualquier información que ayudara a “neutralizar” a los señores de la guerra chechenos Shamil Basayev y el ex presidente Aslan Maskhadov llegó en medio de fuertes denuncias por el video sobre el ataque terrorista que mostraba a los niños cautivos en el gimnasio de la escuela.
Llegó con una dura advertencia de la mano del jefe del Estado Mayor ruso, quien dijo que Rusia tenía el derecho de actuar preventivamente contra amenazas terroristas en cualquier lugar del mundo. Pero los analistas explicaron que los emotivos comentarios del general Yuri Baluyevski no podían ser considerados como una declaración política autorizada. “Como jefe de Estado Mayor, no hace política y no está a cargo de los servicios de inteligencia rusos en el exterior”, dijo Oksana Antonenko, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. Un vocero de la Unión Europea señaló que el presidente Vladimir Putin no le había dicho nada parecido a lo que dijo el general Baluyevski. Las dos declaraciones implican una amenaza de ataques militares, más que asesinatos, y los expertos dijeron que un blanco podría ser Georgia, a la que Moscú acusa desde hace tiempo de albergar bases rebeldes.
Tony Blair ofreció ayer al presidente Putin las condolencias y la comprensión de Gran Bretaña, diciendo que las imágenes del video subrayaban la “inhumanidad de los terroristas por asesinar y usar como blanco a niños”. Describió la acción de los terroristas como una “maldad más allá de lo que nadie puede contemplar”. Uno de los secuestradores, capturado cuando las fuerzas especiales rusas finalizaban con el sitio de tres días el viernes pasado, identificó a Basayev y a Maskhadov como los cerebros detrás del sitio que dejó 326 muertos. La mitad de las víctimas eran niños. Según el fiscal general Vladimir Ustinov, más de 1200 personas fueron tomadas como rehenes; éste fue el primer reconocimiento oficial de que el número era tan alto.
El gobierno dijo inicialmente que unas 350 personas habían sido tomadas como rehenes; un funcionario regional dijo luego que el número había sido 1181. Pero las identidades de los secuestradores siguen siendo oscuras. Putin repitió esta semana que 10 de los atacantes enmascarados eran árabes y reiteró su argumento de que la toma de la escuela había sido planeada por terroristas internacionales. Pero Ustinov ayer no mencionó a los árabes. Según el ministro de Defensa Sergei Ivanov, la mitad de los secuestradores han sido identificados, pero no hay ni un solo checheno entre ellos. Sin embargo, testigos de la toma dijeron que los secuestradores eran chechenos étnicos, ingushetios y un norosetiano. Moscú también culpó a Maskhadov y a Basayev por el ataque el teatro de Moscú de 2002.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.