La izquierda de la izquierda brasileña le pidió al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva que baje la tasa de interés. La dirección del PT decidió hacerle sugerencias a la política económica del gobierno, sin criticarlo severamente, en la reunión de dos días en San Pablo destinada a evaluar los resultados de las elecciones municipales de octubre, en medio de una renovada ola de críticas de las alas más radicales del partido. Por otro lado, el ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, apoyó la moción del Partido de los Trabajadores de abrir los archivos de la dictadura.
Tras dos días de debates y autocríticas partidarias del PT en San Pablo se aprobó la resolución que evaluaba los resultados de las elecciones y la actual política económica del gobierno. A pesar de que la dirección hizo algunas sugerencias sobre el curso del gobierno, la izquierda más radical del PT quería mucho más. “Las propuestas aprobadas son bastante tímidas. La resolución no contiene ninguna crítica a la política económica y hace un balance superficial del proceso electoral”, declaró Ivan Valente, que presentó con 15 diputados y 10 altos dirigentes del partido una propuesta alternativa que proponía un cambio radical en la política económica.
Por su parte, el presidente del PT, José Genoino, reconoció que “no íbamos a aprobar propuestas como cambiar la política económica, porque creemos que ésta en líneas generales está dando resultados, o propuestas radicales como la salida del equipo del Banco Central (que decide las tasas de interés)”. “Por tanto, hicimos una propuesta de apoyar al gobierno, pero con sugerencias e indicaciones”, entre éstas que la prioridad económica debe ser el desarrollo y la generación de empleo, defensa de la reducción de las tasas de interés, mejora de los programas sociales, y, para el PT, una mayor aproximación a intelectuales y movimientos sociales.
“Con el objetivo de mejorar más el desempeño de nuestra economía, el PT continuará luchando para una reducción consistente y responsable de la tasa básica de interés”, señalaba la resolución, confirmada ayer.
Entre otros pedidos de la izquierda del PT figuran la reactivación económica, la generación de empleos y la recuperación de la renta de los brasileños, por ejemplo mejorando el salario mínimo. La resolución evaluó también el saldo de las elecciones municipales. Fueron precisamente las derrotas del PT en dos destacadas capitales (San Pablo, capital económica del país, y Porto Alegre, que había gobernado durante 16 años), las que agitaron las críticas de la izquierda del PT, que consideró que el electorado penalizó al gobierno por su política económica conservadora.
“Ni derrotismo, ni triunfalismo”, esa es la lectura que el PT hizo de los resultados de las municipales en la resolución. Del lado positivo, destacó que el PT multiplicó 120% las alcaldías conquistadas (411 en total). Para el ala del PT que apoya incondicionalmente al gobierno, esos números, significan “el fortalecimiento del gobierno Lula” y son un “capital político significativo que contribuirá a buenos desempeños electorales en las elecciones de 2006” cuando Lula seguramente buscará la reelección. Aun así, la ejecutiva reconoció “el revés político y electoral” en San Pablo y porto Alegre, entre otros.
Otro tema que agitó al ala más izquierdista del PT es la reforma ministerial que parece haber iniciado el presidente Lula, y que ha levantado temores de que el partido perderá espacio ante partidos aliados conservadores. En la resolución aprobada ayer el PT resolvió defender su política de alianzas, aunque llamó a “reflexionar sobre su amplitud y sus límites”.
Por otro lado, el ministro de Justicia de Brasil, Marcio Thomaz Bastos, defendió ayer la apertura de los archivos secretos de la dictadura en Brasil por parte del gobierno. “Tengo la confianza de que el gobierno abrirá esos archivos”, declaró Thomaz Bastos en entrevista con el diario O Estado de Sao Paulo. Defendió que la apertura de archivos, no se haga bajo presión sino “al ritmo del gobierno, al ritmo del presidente” Luiz Inácio Lula da Silva. Dar a conocer la información de los archivos, consideró, “es el camino de la reconciliación del país consigo mismo”. La polémicapor la apertura de archivos retomó actualidad hace casi un mes, cuando un diario publicó las fotos de un hombre desnudo y humillado en una cárcel de la dictadura, que al principio se creyó eran del periodista Vladimir Herzog, muerto en una cárcel militar en 1975.