El presidente de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, Gerardo González, convocó ayer una reunión de emergencia de los tres poderes de ese país ante un escándalo desatado por escuchas telefónicas que alcanzaron al fiscal general, Francisco Dall’Anesse, quien llevó a la cárcel por corrupción a los ex presidentes costarricenses Rafael Angel Calderón y Miguel Angel Rodríguez.
González citó a la reunión tras conocerse en Internet la transcripción de una supuesta conversación entre Dall’Anesse y Pilar Cisneros, directora de noticias de un canal de televisión, en la que el fiscal reconoce que tiene intervenidos “tal vez 2900 teléfonos” como parte de las investigaciones anticorrupción que llevaron a la cárcel a los ex presidentes Calderón y Rodríguez (este último destituido de su cargo como secretario de la OEA este año por los cheques presentados por la misma Cisneros como prueba de pago de favores de la francesa Alcatel). Además, Cisneros le sugiere a Dall’Anesse lanzarse como candidato a la presidencia en febrero del 2006. “La gente quiere alguien con mano dura desde hace tiempo. Así cerramos ese ‘chinamo’ (feria ambulante) que es la Asamblea Legislativa.” González declaró que la presunta transcripción de la conversación entre Dall’Anesse y Cisneros “es un hecho gravísimo porque se denigra a la Asamblea Legislativa”, y que en caso de ser cierta “traería graves consecuencias a la democracia”.