EL MUNDO
› SEGUNDA SEMANA DE AGUDA CRISIS POLITICA EN LA EX REPUBLICA SOVIETICA
Ucrania, cerca de una nueva votación
Mientras la Corte Suprema analizaba los comicios del 21 de noviembre en medio de la continua movilización de la oposición liderada por el candidato Viktor Yushchenko, por primera vez el presidente en funciones de Ucrania se mostró a favor de repetir las elecciones. Va en perjuicio del premier y candidato, Viktor Yanukoviych.
Por Andrew Osborn *
Desde Kiev
Las autoridades sitiadas de Ucrania dijeron por primera vez ayer que llevarían a cabo nuevas elecciones presidenciales para tranquilizar a Viktor Yushchenko, el líder pro occidental de la llamada “Revolución “Naranja. Parecía haber un atisbo de pánico en su declaración. Viktor Yanukovich, el primer ministro y el rival pro ruso de Yushchenko, dijo que había sacado a su familia de Kiev porque era demasiado peligroso, y Leonid Kuchma, el saliente presidente de Ucrania, era una figura solitaria cuando le dijo a los oficiales que no se podía permitir que el país se desintegrara y advirtió seriamente que la economía estaba al borde del colapso. En palabras de Kuchman, “si realmente queremos mantener la paz y la armonía y construir una sociedad democrática basada en la ley, que es algo de lo que hemos hablado mucho, debemos hacerlo por medios legales. Tengamos nuevas elecciones”.
Yanukoviych declaró: “Personalmente me quedo. Estaré aquí hasta el final”. Yushchenko, quien insiste en que le fue robada la victoria por un gran fraude electoral que benefició a Yanukovych, permaneció desafiante, diciendo que el parlamento podría pasar un voto de invalidez a Yanukovych tan pronto como hoy. También hubo indicadores de que sus asesores pueden tratar que la Corte Suprema lo declare presidente sin nuevas elecciones. El canciller Jack Straw dijo que Gran Bretaña no aceptaría que las elecciones habían sido libres y justas y llamó a la tranquilidad. La baronesa Thatcher advirtió que “una nueva cortina de hierro” estaba cayendo sobre Ucrania y pidió a Occidente que se opusiera a la “tiranía”. La concesión del gobierno ucraniano a nuevas elecciones fue declarada por Kuchma y Yanukovych. Este dijo que él estaría dispuesto a que se llevaran a cabo nuevas elecciones en dos regiones clave en el este donde supuestamente ocurrieron más irregularidades “si se probaba el fraude”.
Y un miembro del Parlamento que hablaba en su nombre dejó en claro que Yanukovych iría aún más lejos y llevaría a cabo nuevas elecciones, ambas vueltas –no sólo la segunda que Yushchenko originalmente dijo que quería volver a celebrar–. También aparentemente quiere cambios en la constitución que debilitarían los poderes presidenciales. Kuchman dijo: “Si realmente queremos mantener la paz y la armonía y construir una sociedad democrática basada en la ley, que es algo de lo que hemos hablado mucho, debemos hacerlo por medios legales. Tengamos nuevas elecciones”. Ucrania, dijo, necesitaba un “presidente legítimo”. Yulia Tymoshenko, una cercana asesora de Yushchenko, le dio a Kuchma 24 horas para despedir a Yanukovych y a otros y formar un gobierno interino de coalición que pudiera gobernar hasta que se celebraran nuevas elecciones. Amenazó con bloquear todos los movimientos de Kuchma si este se negaba.
La Corte Suprema del país está considerando las acusaciones de fraude en la segunda vuelta de las elecciones. Si la corte decide que hubo serias irregularidades que favorecieron a Yanukovych podría declarar no válidos los resultados, preparando el camino para un recuento parcial o una nueva vuelta. Hasta anoche no se sabía cuanto tiempo le tomaría a la corte llegar a una decisión. Ucrania parece estar cada vez más, a la deriva. Ayer, el titular de la cámara dijo que la rama ejecutiva del gobierno había cesado en sus funciones y el parlamento se haría “responsable” por el desarrollo de la situación. En un golpe a Yanukovych, Serhiy Tyhypko, el presidente del Banco Central y jefe de su equipo de campaña, renunció ayer inesperadamente a ambos puestos diciendo que generalmente estaba a favor de la “Revolución Naranja”. Los ucranianos despavoridos corrieron a retirar sus ahorros en dólares y euros, lo que causó una corrida en los depósitos bancarios.
En Kiev, el centro de la ciudad está todavía llena con los partidarios de Yushchenko vestidos de naranja, que no muestran señales de rendirse al gobierno, ni al frío. Saltando de un pie al otro en un esfuerzo pormantenerse caliente mientras una fina pátina de hielo se formaba en su cabeza, Oleg Kokot, un carpintero de 35 años de la capital, dijo que cualquier nueva elección debía celebrarse de manera diferente a las dos vueltas anteriores. “Necesitamos que se filme la nueva elección para evitar el fraude y necesitamos observardores de Europa”, dijo. “Debe ser libre y totalmente justa. No se puede detener a la gente ahora. Es como un caballo que ha sido dejado en libertad”. Dijo que las autoridades se habían desacreditado ellas mismas por completo. “La gente está esperando que Yanukovych renuncie. En cuanto a Kuchma, tiene miedo hasta de caminar por la calle. Es un criminal y un títere y no sabe ya qué hacer”. Los jefes de las fuerzas armadas de Ucrania han dicho que no utilizarán la fuerza militar sobre los partidarios de Yushchenko.
En Donetsk, en Ucrania oriental, la base de poder de Yanukovych, el ánimo era muy diferente. La poderosa región productora de carbón va a celebrar un referéndum sobre la autonomía el domingo. La OTAN y la Unión Europea emitieron severas declaraciones ayer, instando a Ucrania a preservar su integridad territorial y a abstenerse de la violencia.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.