EL MUNDO
› EL CANDIDATO OFICIALISTA PROCLAMA QUE SEGUIRA EN LA CARRERA EN UCRANIA
La luz roja frente a la Revolución Naranja
Después del veredicto de la Corte Suprema favorable a la oposición, el oficialismo ucraniano mostró ayer que está dispuesto a resistir, aunque sus esperanzas sean mínimas.
Por Andrew Osborn *
Desde Kiev
Las esperanzas de que la Revolución Naranja barrería al desacreditado régimen de estilo soviético de la noche a la mañana sufrieron un golpe ayer cuando Viktor Yanukovich, el primer ministro prorruso del país, se comprometió a competir vigorosamente en las nuevas elecciones del país. Hablando un día después de que la Corte Suprema entregara lo que pareció ser una enorme victoria a Viktor Yuschenko, su rival prooccidental, Yanukovich pareció disfrutar su acto de desafío. Previamente se había creído que desaparecería en forma tranquila después de que la Corte anulara los resultados de las elecciones presidenciales del 21 de noviembre, que fueron groseramente malversados en su favor.
Yanukovich hizo claro ayer a través de su vocera, sin embargo, que estaba lejos de hallarse acabado. “Está convencido de que ganará la segunda vez del mismo modo que ganó la primera, ya que 15 millones de ucranianos lo apoyan”, declaró Anna German, aludiendo a Ucrania oriental, donde mucha gente responde a Moscú antes que a Kiev y le inquieta oír hablar de vínculos más estrechos con la Unión Europea y con la OTAN. “No queda otra salida más que competir y ganar.” Las declaraciones de German prepararon la escena para una campaña electoral áspera y posiblemente sucia. Los dos rivales deben medir fuerzas en las urnas antes del 26 de diciembre. Pero el 26 parece la fecha más probable de la nueva elección. Se espera que miles de observadores extranjeros inunden el país para asegurar que el voto sea limpio. El ejercicio será observado de cerca por Estados Unidos y la Unión Europea de un lado y por Rusia del otro.
Yanukovich derramó desprecio sobre la decisión de la Corte Suprema, pese a haberse comprometido antes a respetar su veredicto. “Estoy seguro de que la decisión de la Corte Suprema es una violación de la Constitución ucraniana y que fue tomada bajo presión callejera”, dijo. Su bravata pareció oscurecer el hecho de que él y su gobierno han sido formalmente echados por el Parlamento del país, de que se ha probado que sus partidarios sistemáticamente hicieron trampa en las elecciones y de que él mismo es detestado en Kiev y en el oeste del país. Muchos ucranianos lo consideran poco menos que un criminal, ya que ha estado en la cárcel dos veces, sólo para que las acusaciones le fueran retiradas en circunstancias dudosas.
Algunos de los partidarios de Yanukovich han admitido en privado que creen que será derrotado fácilmente. Yuschenko, en la cresta de la ola de dos semanas de apoyo popular, ha superado los resultados de una elección tramposa, un logro jamás alcanzado por político alguno en la ex Unión Soviética. Stepan Gavrish, un parlamentario que había sido uno de los partidarios más leales de Yanukovich, dijo que la carrera de su antiguo ídolo estaba acabada. Sostuvo que pensaba que Yanukovich debía retirarse amablemente de la escena. “Esta es sólo mi opinión, pero no creo que Yanukovich deba permanecer (en la carrera) hasta el final”, sostuvo.
Pero luego de la euforia y el triunfalismo del día anterior, a la zaga de la decisión de la Corte Suprema, hubo signos de que Yuschenko no tendrá el camino enteramente libre. Parlamentarios de su campo parecieron mantener sus demandas de un proceso de reformas legales, lo que ven como esencial antes de una nueva votación. Se había esperado que el Parlamento votara por cambios a la Ley Electoral para evitar el fraude, así como empujar importantes cambios constitucionales que quitarían algunos poderes al presidente de Ucrania. Pero parlamentarios favorables a Yuschenko enojaron a sus colegas al rehusarse a votar por ambas medidas de una sola vez. Como resultado, el Parlamento entró en receso por diez días y políticos no alineados que previamente habían resultado ser aliados útiles dijeron que estaban decepcionados.
Miles de partidarios de Yuschenko embanderados de naranja seguían ocupando Kiev ayer, pero había signos de que el este, que tradicionalmente respaldó a Yuschenko, también estaba inquieto. Miles de partidarios de Yanukovich se manifestaron en la ciudad de Kharkiv, donde personas de las regiones orientales y sureñas se habían congregado para condenar el veredicto de la Corte Suprema.
Algunos de ellos dieron signos de problemas inminentes. Yevgeni Kabanov, de Zaporozhe, declaró: “La tercera vuelta (de votación) provocará una nueva espiral de extremismo y llevará a Ucrania al borde del precipicio”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.