EL MUNDO
› PINOCHET SIGUE BUSCANDO EVITAR UN JUICIO
Con ayudita de Dios
Dentro de los intentos de Pinochet de evitar un juicio, el sábado un capellán militar le dio la extremaunción.
Lo único que falta es que lo entierren vivo. El asesino millonario (y enfermo imaginario) sufre de una salud frágil que manifiesta sus quebrantos cada vez que una causa en su contra avanza. Esta vez, la Iglesia Católica bendijo al ferviente católico Augusto Pinochet con la extremaunción el sábado pasado, según contó patéticamente su hija mayor, Lucía Hiriart Pinochet, al diario chileno El Mercurio, ayer. El lecho en el hospital militar de Santiago se convirtió en el aposento de un devoto feligrés el sábado de la semana pasada, cuando el capellán Iván Wells le otorgó al ex dictador el beneficio de la extremaunción, para que el hombre sospechado de ser responsable de nueve asesinatos por la Operación Cóndor (en el marco de 3000 desapariciones) pudiera morir en paz.
Después de sufrir un accidente cerebro-vascular, la vida de Pinochet habría estado en riesgo, por lo que recibió el sacramento que se entrega a los enfermos terminales el mismo día en el que ingresó de urgencia al recinto médico, señaló su hija Lucía Pinochet Hiriart al diario El Mercurio tras visitar a su padre. “Lo que pasa es que fue demasiado fuerte lo del día sábado y, bueno, pensábamos que iba a ser lo peor. Afortunadamente y gracias a Dios no fue”, precisó la mayor de los cinco hijos del retirado militar. “Lo encontré igual que ayer. Nosotros queríamos que fuera dado de alta luego, para pasar con él la Navidad, pero no se sabe todavía”, afirmó su hija al salir del hospital ayer.
En el ejército ya se analiza planes de acción y medidas a tomar en el futuro ante el posible deceso de Pinochet, y según El Mercurio también habría una carta que anda circulando con instrucciones al respecto. De hecho, el general Juan Emilio Cheyre, el jefe del ejército, se presentó al hospital cuando recibió la noticia sobre la gravedad de salud de su antiguo jefe.
Los médicos militares dicen temer que el accidente cerebral pueda provocarle secuelas en su memoria y déficit de atención, después de permanecer cerca de quince minutos sin conciencia, “déficit neurológico y alteración de motricidad”. Este diagnóstico, sumado al gesto de la Iglesia de otorgar el sacramento que sólo se da a los enfermos terminales, reforzaría nuevamente el argumento de su defensa en la segunda apelación presentada esta vez a la Corte Suprema para anular el arresto ordenado por el juez Guzmán Tapia. Pero el lunes, la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la resolución del juez a cargo del caso por la Operación Cóndor. La noticia del fallo fue recibida por el ex dictador desde el hospital y ampliamente festejada por los familiares de detenidos desaparecidos.
Enfermo o no, esta vez parece ser que a la muerte se le adelantó la Justicia chilena, y Pinochet deberá enfrentar un juicio terrenal antes del Final. Visitado profusamente, el general estaría recuperándose a pesar de los peores diagnósticos que el sábado suscitaron la corrida para encontrar un capellán. Según los médicos, quizás hasta logre pasar las fiestas con sus familiares, como lo pide su hija Lucía. El general retirado Jorge Ballerino lo visitó y encontró una leve mejoría. “Está un poquito mejor”, dijo Ballerino, después de hablar con el médico que lo trata. “En este momento se le están realizando exámenes. Pasé a saludarlo pero no pude hablar con él”, agregó.
Pinochet aguarda en su lecho el resultado de los exámenes, mientras pesa sobre él una orden de arresto. Si fue absuelto o no de sus pecados cuando recibió la extremaunción, eso es algo que sólo Dios sabe.