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› MAHMUD ABBAS, UN MODERADO, SE IMPUSO HOLGADAMENTE EN LAS ELECCIONES
El día en que Palestina fue una democracia
Un masivo 70 por ciento de los palestinos empadronados se volcó ayer a votar al sucesor de Yasser Arafat, en la primera elección libre de su historia. El moderado Mahmud Abbas se impuso con un aplastante 66 por ciento. Hubo festejos y no se registró ningún episodio de violencia.
Fue por avalancha. Por primera vez en nueve años y dos meses después de la muerte de Yasser Arafat, cientos de miles de palestinos acudieron a las urnas ayer para elegir un nuevo presidente en una jornada histórica en la que Mahmud Abbas (también conocido como Abu Mazen), candidato de Al Fatah, el partido fundado por Arafat, resultó ser el ganador indiscutible al obtener, según los resultados preliminares, el 66 por ciento de los votos contra el 20 por ciento conseguido por el candidato independiente, Mustafá Barguti. La participación se cifró en un 70 por ciento de los 1,8 millón de votantes inscriptos.
Ramalá, la capital palestina, se convirtió ayer en una fiesta de bocinazos y algarabía cuando los jóvenes seguidores de Al Fatah salieron a festejar con petardos y disparos al aire el triunfo de Abbas. A coro entonaban cánticos con su nombre y manifestaban su alegría vivamente por la victoria aplastante de su candidato. No era igual el ánimo del opositor Barguti, quien denunció como “injustificada” la decisión conjunta de la Comisión Electoral y Al Fatah de prorrogar por dos horas el cierre de los comicios debido a las restricciones de movimiento de muchos votantes, que les hacían difícil llegar a los lugares de votación. Barguti denunció que en los comicios hubo irregularidades, y que la presencia de hombres armados en algunos centros de votación pudo intimidar a muchos sufragantes. También reclamó que a muchos palestinos se los dejó votar con sólo presentar su carnet de identidad y sin importar si el centro de votación correspondía al lugar donde habitan. Además, Barguti protestó porque la tinta que se usó para marcar a los votantes y evitar el sufragio múltiple no era indeleble y se borraba poco después de emitido el sufragio. “Sí, es verdad, ese sello no es indeleble, en una hora desaparece lavando las manos con agua y jabón”, señaló el candidato independiente en una rueda de prensa.
A pesar de las denuncias de Barguti, los observadores internacionales ratificaron unas elecciones limpias. El ex presidente estadounidense Jimmy Carter dijo al diario Haaretz: “no he visto ninguna intimidación” de las fuerzas militares israelíes. Y si bien hubo un ataque del grupo libanés Hezbolá en las granjas de Shebaa, al norte de Israel –en el que murió el terrorista, un soldado israelí y uno francés de la ONU–, en los lugares donde se votó no se informó de ningún hecho de violencia.
Por su parte, Israel cumplió con su promesa y relajó los controles militares, a pesar de que algunos palestinos se quejaron de que no estaban registrados en el censo electoral, o de que fueron demorados en los puestos de control. Largas filas de palestinos se formaron frente a los locales de votación en las principales ciudades, incluso en Khan Yunis y Rafah, bastiones de la segunda Intifada. La enorme voluntad del pueblo palestino por elegir al sucesor de su líder histórico, Yasser Arafat, también se extendió a los campos de refugiados de la Franja de Gaza.
Ante la amplia victoria de Abbas, un político moderado que despierta simpatía en Estados Unidos e Israel, Hamas expresó su duda de que no haya existido fraude en los comicios. El portavoz de Hamas, Mahmud A-Zahar, afirmó: “A pesar de que no éramos parte de estas elecciones, no estamos interesados en que las tensiones que se han creado como consecuencia de irregularidades en los comicios afecten a las calles palestinas”.
En contraste, Israel saludó la victoria del hombre que prometió retomar las negociaciones y la Hoja de Ruta, largamente congelada ante la negativa de los israelíes a tratar con Arafat. El primer ministro Ariel Sharon mostró su disposición a “reunirse lo antes posible” con el nuevo presidente de la Autoridad palestina para hablar de “cuestiones relativas a la seguridad” con vistas a la planificada retirada de las colonias de Gaza en 2005.
El clima en Cisjordania, Gaza y Jerusalén era de optimismo. La de ayer fue la primera elección en que los palestinos vivieron una experiencia democrática plena. Este fue el caso de Sumood, un estudiante de 18 años del campo de refugiados de al Amari, en las afueras de Ramalá. “Tengo 18años y voto por primera vez. Sé que mis padres no han podido ejercer este derecho en el pasado y confío en que mi participación en estas elecciones pueda mejorar las cosas”, exclamó, entusiasta.
Abbas votó ayer acompañado por su familia en el cuartel de Ramala, donde Arafat pasó sus últimos años. “Estamos felices porque el proceso democrático se lleva a cabo de una manera formidable, lo cual muestra la voluntad del pueblo palestino”, expresó el candidato de Al Fatah tras depositar su voto.
Según el Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Javier Solana, “teniendo en cuenta que los territorios palestinos están ocupados”, la elección transcurrió “normalmente”. “La elección de nuevos dirigentes palestinos abre una página nueva en la historia de toda la región. Ellos serán sin duda los interlocutores para llegar a la paz”, declaró. Estados Unidos también dio su visto bueno al día de ayer. Su secretario de Estado, Colin Powell, declaró que había llegado la hora de “hacer avanzar la Hoja de Ruta”.
Después de 14 horas de votación, los palestinos eligieron. Y eligieron al candidato que invocó a luchar contra la ocupación israelí no con las armas sino con medidas populares y sociales.
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