EL MUNDO
› UNA SAGA DE LOS WINDSOR CUYO MAYOR EXPONENTE FUE EDUARDO VIII
Esos viejos buenos amigos de los nazis
Por Walter Oppenheimer *
Desde Londres
La fotografía del príncipe Harry no sólo ha reavivado una polémica que persigue a los Windsor desde que el príncipe Carlos se casó con Diana Spencer, sino que ha desempolvado de los archivos de la historia una primera fotografía nazi en el seno de la familia: la que se hicieron el ex rey Eduardo VIII y su esposa, en 1937, junto a Hitler, al que admiraban profundamente.
El antepasado paterno de Harry, como tantos otros aristócratas británicos, quedó embelesado por el nazismo y el fascismo, movimientos que veían como la mejor protección frente al comunismo. Pero no fueron sus veleidades con el nazismo lo que lo convertirían en un rey poco apropiado, sino su empeño en casarse con una mujer divorciada. Coronado rey con el nombre de Eduardo VIII en enero de 1936, abdicó en diciembre de ese mismo año para casarse con la multimillonaria norteamericana Wallis Simpson, de la que la CIA sospechaba que era amante y confidente del entonces embajador nazi en Londres y luego ministro de Relaciones Exteriores, Joachim von Ribbentrop.
Los Windsor pasaron la guerra como gobernadores de las Bahamas, desde donde siguieron conspirando con el nazismo. El gobierno no desclasificó hasta 2003, tras morir la reina madre, los papeles secretos que revelaban que Hitler pensaba reinstaurar al duque en el trono cuando ganara la guerra. El ex rey no es el único familiar del príncipe Harry salpicado por el nazismo. En 1985 se supo que su tío abuelo, el barón Gunther von Reibnitzel, padre de la princesa Michael de Kent, prima de Harry, era miembro del partido nazi. Los Windsor tienen una relación esquizofrénica con Alemania. La dinastía Windsor no fue establecida hasta 1917, cuando el rey Jorge V renunció a sus verdaderos apellidos, Saxe Coburgo Gotha, porque su origen alemán era un inconveniente cuando el país estaba en guerra con Alemania. Los Saxe Coburgo apenas llevaban unos años en el trono: desde 1714, con Jorge I, hasta la muerte de la reina Victoria en 1901, había gobernado la también germánica casa de los Hanover, que se perdió con el matrimonio de Victoria de Hanover con Alberto de Saxe Coburgo.
Pese a sus vínculos sanguíneos con Alemania y las tendencias nazis de parte de la familia, la imagen que los británicos tienen de los Windsor no está unida a la foto del ex rey con Hitler, sino a la de su hermano y sucesor, el frágil Jorge VI, visitando junto a su esposa Isabel, madre de la actual reina, las casas londinenses bombardeadas por los nazis. La que luego fue reina madre prefirió quedarse en Bu- ckingham durante la guerra, recuperando así la popularidad de una monarquía seriamente tocada.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.