El humorista más popular de Italia, Giorgio Forattini, estaba buscando trabajo ayer después de haber sido polémicamente echado por La Stampa, en lo que se supone, es una respuesta a las protestas de los lectores provocadas, con los sketches irreverentes del maestro. Una viñeta de Forattini mostrando a Jesucristo en el establo de Belén enfrentado a tanques israelíes, y preguntando “¿Me van a matar otra vez?”, generó una tormenta de protestas, de acuerdo con el diario rival Corriere della Sera. Forattini concedió que el dibujo “tocaba una cuerda un tanto delicada, pero por otro lado, ése es mi trabajo”.
La caída en desgracia produjo especulaciones, decididamente negadas por el dibujante, de que se uniría al conservador Il Giornale controlado por la familia de Silvio Berlusconi, primer ministro italiano y magnate de los medios, donde algunos especulaban que el humorista que comenzó su carrera como un diseñador gráfico del diario vespertino de izquierda Paese Sera pueda tener dificultad en defender su reputación como una espina para los políticos de todo el espectro. “Fue una separación de mutuo consentimiento, todo sucedió muy cordialmente”, dijo Forattini después de que no le renovaran su contrato de trabajo de 500.000 euros anuales. “No me peleé, ni fui despedido ni me fui dando un portazo. Fue una cuestión de costos. ¿Cómo se atreve el Corriere a escribir que yo iré a Il Giornale? Podrían esperar por lo menos, que Il Giornale me llamara. He tenido ofrecimientos en el pasado, pero el adiós de mi diario es algo que sucedió ayer y no creo poder anticipar algo que no ha sucedido”. “Mis años con La Stampa fueron idílicos y nunca fui censurado”. Pero el incidente se inscribe en un preocupante resurgimiento del antisemitismo en toda Europa, que fue después de todo la cuna del Holocausto..

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: C.D.