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Las bajas del presidente
El presidente Carlos Mesa salió muy debilitado de las protestas en dos regiones bolivianas, al extremo de haber perdido a su principal puntal, el líder cocalero Evo Morales. El gobernante alcanzó a calmar la protesta de la combativa ciudad de El Alto, en huelga durante tres días, sólo después de echar del país a la concesionaria francesa Aguas del Illimani, acusada por los vecinos de esa ciudad pobre de habitantes indígenas de contravenir los términos de la concesión. Sin embargo, el paquete de medidas tendientes a reactivar la economía de Santa Cruz resultó insuficiente y no pudo aquietar las aguas en esa ciudad, alzada contra su decisión de subir el precio de las gasolinas. Mesa perdió además el apoyo de Morales, líder de la segunda formación del Congreso. Considerado hasta antes de ayer el más firme respaldo del presidente, un enojado Morales calificó a Mesa como el “principal enemigo del país”.