Dom 06.02.2005

EL MUNDO

Irán, Medio Oriente y Europa en la gira de debut mundial de Condi

Israel y los territorios palestinos son la escala de hoy y mañana en la gira inaugural de la secretaria de Estado Condoleezza Rice, que ayer volvió a insistir con el peligro de que Irán desarrolle armas nucleares. Después vendrá Francia, con la que las tensiones subieron a un máximo por la invasión de Irak.

Por John Lichfield y Donald Macintyre *
Desde París y Jerusalén

Condoleezza Rice buscó mantener ayer presión sobre Irán, mientras recorría Europa y Medio Oriente en su gira inaugural como secretaria de Estado norteamericana, pidiendo a Rusia que no facilitara combustible a Teherán, para detener lo que Washington llama la carrera del país para construir una bomba nuclear. Rice, que congratuló a Polonia por su “extraordinaria” contribución en Irak durante una visita de tres horas a Varsovia, luego voló a Turquía y se reunió con su par ruso, Sergei Lavrov.
Rusia tiene contrato para suplir combustible para un reactor que Irán está construyendo en el puerto sureño de Bushehr, pero no lo ha hecho. Washington teme que el combustible ruso pudiera habilitar a Teherán para adquirir una bomba nuclear bajo la cubierta de un programa civil. Irán insiste en que sus programas nucleares son para la generación de energía con fines pacíficos de cumplir con las demandas energéticas. Rice buscó aliviar los temores de un ataque militar contra Irán, diciendo en Londres que el tema “simplemente no estaba en la agenda”. Pero sus siguientes palabras –“en este momento”– dejaron cierta preocupación.
Hoy el enfoque principal cambiará hacia Medio Oriente, mientras Rice comienza una visita a Israel y Cisjordania, dejando en claro su posición para la semana más importante de la diplomacia de Medio Oriente desde que comenzó la rebelión palestina hace cuatro años. Hoy cenará con Ariel Sharon, el primer ministro israelí, y mañana se reunirá con Mahmud Abbas, el presidente palestino, para conversaciones que podrían influir en el resultado de la importantísima reunión de los dos líderes en Sharm el-Sheik el martes. Se espera que ambos realicen declaraciones con intenciones de afianzar el cese de fuego de facto frágil de dos semanas.
Una cuestión central para los dos políticos israelí y palestino es cuán tan lejos irá Rice para proyectar una política norteamericana más equilibrada hacia ambos lados después de las concesiones que hizo el presidente Bush a Sharon en Washington durante abril. Con estas concesiones no solamente se descartó el retorno de los refugiados palestinos, sino que también se aceptó que los principales asentamientos judíos en Cisjordania quedarán en Israel después de cualquier tratado de paz.
En público, Estados Unidos se mantiene inquieto por las obstrucciones israelíes al desmantelamiento de las colonias y su negativa a detener la construcción en los mismos asentamientos. Rice probablemente resalte la urgencia de que Israel comience a restringir la expansión de las colonias además de la necesidad de que la Autoridad Palestina sea más dura con las facciones armadas.
Rice después enfocará sobre el otro propósito de su viaje: enmendar las relaciones con Europa. En ningún lugar hay más curiosidad que en Francia. La secretaria de Estado ha hecho saber que en el discurso en París el martes por la noche dará el mensaje “clave” de su viaje. En el cenit del furor después de la invasión a Irak que Washington, Rice habría dicho que se debía distinguir entre los aliados que se oponían a la guerra: “Debemos aplacar a Rusia, ignorar a Alemania y castigar a Francia”.
Los funcionarios franceses ven la elección de dar su discurso clave en París como una aceptación de que Francia importa, a pesar de lo que diga el canal Fox de noticias. Esperan que su discurso presente una versión combativa, aunque matizada, de la visión del presidente Bush de las relaciones internacionales. Pero también esperan que diga que Estados Unidos está listo para consultar con el resto del mundo democrático. “No sabemos claramente qué representa Condoleezza Rice”, dijo un diplomático francés. “Colin Powell no estaba conduciendo la política exterior norteamericana, pero ella tampoco lo estaba haciendo.” Aunque Francia respondió con entusiasmo público a las elecciones iraquíes de la semana pasada, la visión multipolar del mundo del presidente Chirac no ha cambiado y es mayormente incompatible con la de Bush.Sin embargo, señalan funcionarios franceses, mucho ha cambiado desde la guerra. Es significativo, dicen, que Gran Bretaña ahora esté alineada con otros países europeos contra Estados Unidos en temas que van desde Irán a China, desde el calentamiento global a la deuda africana. París se mantiene escéptico, sin embargo, en que habrá un cambio en el pensamiento diplomático norteamericano. Un funcionario dijo que la gira de Rice era poco diferente de los viajes realizados por Powell y Bush antes de la invasión a Irak.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Ximena Federman.

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