Lun 07.02.2005

EL MUNDO

El Papa, frágil y apenas capaz de emitir palabras, dio su mensaje

Juan Pablo II hizo su primera aparición pública desde la ventana del hospital Gemelli, donde se encuentra desde el martes por la complicación de una gripe. Dio el mensaje semanal del Angelus.

Por John Phillips *
Desde Roma

Millones de católicos en todo el mundo suspiraron de alivio ayer cuando el Papa hizo su primera aparición pública desde su dramática hospitalización cinco días atrás. El pontífice de 84 años, de apariencia frágil y apenas capaz de emitir unas palabras, hizo su aparición para el tradicional mensaje semanal del Angelus en la ventana de su suite del piso 10 del hospital Gemelli de Roma. Fue trasladado de apuro desde el Vaticano el martes pasado, debido a una crisis respiratoria causada por una gripe y el mal de Parkinson. Juan Pablo, evidentemente buscó aquietar las especulaciones de que su reinado estaba tocando su final, diciendo a través de un asistente, el arzobispo Leonardo Sandri, que estaba aún “sirviendo a la Iglesia y a toda la humanidad”.
Al final del mensaje, que fue leído en voz alta por el prelado a su lado, el Papa aparentemente dio su bendición en una voz débil, ronca y entrecortada. Entre los corresponsales del Vaticano había mucha especulación de que el mensaje había sido grabado con antelación el sábado, en un momento en que el Papa se estaba sintiendo mejor, y de que lo que los fieles oyeron ayer fue la transmisión de una grabación mientras el ex actor polaco hacía mímica detrás de un guión que estaba leyendo. “El Papa dio su bendición por medio de una cinta”, dijo la agencia Associated Press. Pero, cualquiera haya sido el caso, el esfuerzo del Papa para levantarse de su lecho de enfermo, de modo que pudiera ser trasladado en silla de ruedas, llevando sus tradicionales túnica y gorrito blancos para agitar lentamente su mano saludando a sus fieles, representó un tremendo alivio para los mil millones de católicos del mundo que miraban el drama por directo en televisión.
Pese al clima frío, pero soleado, el Papa permaneció ante la ventana abierta del hospital por los 10 minutos de la oración del Angelus, haciendo la señal de la cruz después de la bendición. Una medida de la popularidad y el respeto ganados por Juan Pablo II más allá de su rebaño fue el hecho de que la televisión qatarí Al Jazzeera, el canal elegido por Al Qaida para sus pronunciamientos sobre la guerra contra los infieles, interrumpió su flujo regular de noticias sobre puntos de conflicto en el Medio Oriente para transmitir imágenes en vivo de la notable batalla del líder de los cristianos por su recuperación. “Incluso aquí en el hospital, rodeado por otros enfermos, a quienes envío mis afectuosas consideraciones, sigo sirviendo a la Iglesia y al conjunto de la humanidad”, declaró Juan Pablo a través de su asistente.
Una de las expresiones de solidaridad más espectaculares que ha recibido el Papa de un sitio aparentemente inverosímil fue una enorme ofrenda floral enviada al Gemelli por la embajada libia en Roma. Inserta en el masivo arreglo de rosas, amarillas y blancas para evocar los colores de armas del Vaticano, se encontraba una nota que se piensa que fue firmada por el coronel Khadafi. También llegó a la Santa Sede un mensaje deseando al Papa una “pronta recuperación” del patriarca ortodoxo ruso Alessio II, desde Moscú.
Se cree que el día de ayer marcó la primera vez desde su ascenso al trono de San Pedro en 1978, cuando su aspecto deportivo le ganó el apodo de “atleta de Dios”, en que el Papa no pronunció un breve mensaje el mediodía del domingo. Incluso el 17 de mayo de 1981, cuatro días después de que fuera tiroteado y gravemente herido por el terrorista turco Mehmet Al Agca, Juan Pablo leyó un mensaje radial desde su lecho de hospital.
Debajo de su ventana de hospital en las afueras del norte de Roma, un grupo de estudiantes de Toledo, España, cantaban en castellano: “Juan Pablo Segundo, te quiere todo el mundo”. “El hecho de que el Papa se haya mostrado hoy augura bien para el futuro”, dijo el monseñor Francesco Cambiasi, del grupo juvenil Acción Católica, fuera del Gemelli. “Esto significa que podemos sentirnos más seguros. Es una buena señal”.Pacientes en pijama miraban desde un patio y se hicieron la señal de la cruz cuando escucharon la voz del Papa a través de los altoparlantes.
Los peregrinos a la Plaza de San Pedro observaron la bendición del Papa por pantallas gigantes de TV ubicadas frente a la Basílica de San Pedro. L’Osservatore Romano, el diario semioficial del Vaticano, dijo que el Papa “que llevó a la Iglesia al tercer milenio seguirá guiándola con la fuerza de su sufrimiento”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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