Por Donald MacIntyre *
Desde Jerusalén

Condoleezza Rice, la secretaria de Estado norteamericana, urgió ayer a Israel a seguir tomando las “decisiones difíciles” requeridas para la creación de un Estado palestino al llegar a dialogar con los liderazgos de ambas partes. Rice se desvivió en sus primeras reuniones en advertir a Israel contra acciones que puedan poner en peligro al presidente palestino Mahmud Abbas, proclamando que era un “momento de optimismo, porque hay cambios fundamentales, que están teniendo lugar en Medio Oriente como un todo”.
Rice, que esta mañana se encontrará con Abbas en Ramalá, formuló una advertencia específica. Antes de reunirse con el canciller Silan Shalom, advirtió contra posibles decisiones en Jerusalén que pudieran debilitar el apoyo de los palestinos a Abbas. Los palestinos contemplan la planeada expropiación de tierras palestinas de sus dueños cisjordanos –que fue anulada esta semana por Menajem Mazuz, procurador general de Israel– como sólo uno de una serie de pasos que expanden deliberadamente la presencia judía en el Jerusalén Oriental árabe, que los palestinos ven como capital de un futuro Estado propio.
La visita de Rice, que se reunió anoche con el primer ministro Ariel Sharon para cenar, abrió una semana con la diplomacia medioriental más intensa desde el comienzo del levantamiento palestino hace cuatro años y medio. Las reuniones alcanzarán su punto culminante con la cumbre de mañana entre Sharon y Abbas en Sharm el Sheikh. La reciente crisis sobre las liberaciones de prisioneros, que había amenazado la perspectiva de un desarrollo suave de la cumbre, parece haberse esfumado, al menos en el corto plazo, gracias al acuerdo de Israel en formar una comisión conjunta con los palestinos para decidir quiénes pueden acogerse a ellas. En conversaciones con Sharon, Rice elogió a Israel por su respuesta a la frágil tregua de varias semanas, pero la advirtió contra tomar medidas que puedan quitar base al liderazgo de Abbas. Previamente Sharon le había dicho: “Todos queremos que (Abbas) tenga éxito”.
Shalom, cuyas duras declaraciones públicas sobre los avances desde la elección de Abbas estuvieron parcialmente modelados para su base en la derecha del Likud, previamente había ofrecido a Rice un análisis de doble filo sobre los progresos hasta la fecha. Desde una perspectiva del “vaso medio lleno”, funcionarios israelíes dijeron que Shalom le dijo a la secretaria de Estado que Abbas había hecho “cosas muy positivas”, que había desplegado fuerzas de seguridad en Gaza y había prevenido en gran parte el lanzamiento de misiles Qassam contra Israel. Pero en un análisis del “vaso medio vacío”, Abbas no había desarmado o arrestado a los militantes extremistas. Shalom agregó que “tiene que haber una decisión estratégica contra el terrorismo”. Abbas, aparentemente en choque con el primer ministro Ahmed Qureia, tampoco había conformado un nuevo gabinete, de acuerdo a Shalom. Y luego de su encuentro, Shalom dijo que había sometido las demandas de Israel a los palestinos “Si los palestinos no lo hacen todo para evitar el contrabando de armas a través de túneles, cierran los túneles, cierren los talleres de fabricación de armas, decomisan las armas ilegales, entonces, simplemente les estaremos dando tiempo a los grupos violentos para reagruparse y llevar a cabo ataques terroristas que pueden hacer colapsar todo el proceso”, declaró.
Al tiempo que enfatizaba la importancia fundamental de que Israel cumpla su plan de desconexión de Gaza, se dice que la secretaria de Estado subrayó la importancia de que los israelíes y los palestinos hagan honor a sus compromisos sobre el plan de la Hoja de Ruta para la paz. Funcionarios israelíes admitieron que hubo una referencia clara, si bien implícita, a la necesidad de desmantelar asentamientos ilegales, así como la obligación palestina de empezar a desarmar y desmantelar la infraestructura de las facciones armadas.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.