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Pateando el tablero
En Irak se espera que la mayoría chiíta y la minoría kurda del norte se alcen con la mayoría en la Asamblea Nacional de la elección del domingo pasado –quitándole el poder por décadas a la minoría sunnita–. La votación tuvo la sorpresiva alta participación de los iraquíes pese a la violencia reinante en el país ocupado por las fuerzas británicas y norteamericanas.
New York Times
Los iraquíes votaron mostrando un asombroso coraje y una feroz determinación de darle forma a su propio futuro político, que reconfortó a todos los norteamericanos que esperan un desenlace positivo. Aun en las áreas sunnitas, donde la participación fue significativamente menor que en las fortalezas chiítas y kurdas, un alentador número de sunnitas expresó su deseo de ser parte de un nuevo gobierno y de la Asamblea que escribirá la Constitución para Irak. Eso deja algún margen para la creación eventual de un gobierno que todas las comunidades iraquíes acepten como legítimo y por el que valga la pena pelear. Este es un raro momento de esperanza para un país cuyo pasado ha tenido como estrella a la tiranía y la guerra y cuyo presente continúa marcado por la violencia.
(Editorial)
The Washington Post
La altísima participación en las elecciones en Irak del domingo pasado confirman todo lo que el presidente Bush y otros han dicho del anhelo universal por la libertad. Dale al pueblo la oportunidad de opinar sobre la forma en que quieren ser gobernados y la tomarán. Este es el caso especialmente si el hecho de votar es nuevo para ellos –una delicia de la vida como pocas otras–. Fue realmente un día espectacular. Oficialmente se dijo todo lo que se tenía que decir. Esta vez, sin embargo, no se estaban protegiendo sino que estaban diciendo la verdad: esta cosa, la guerra y lo que vino después, fue mucho más duro de lo que pensaron que iba a ser. Aun la alta participación fue algo sorpresiva. .
(Editorial)
Le Figaro
En Irak, la constatación: 60 a 75 por ciento de electores inscriptos han elegido sus representantes desafiando las amenazas de atentados de la resistencia. La gente le ha dicho no a Al Qaida, el cual se reivindicó como el “enemigo de la democracia”. Les ha dicho no a los integristas y a su voluntad de imponer la sharia. La lección de los iraquíes a la Europa “antiguerra” –y singularmente a España, que se retiró de ese país después del atentado en Madrid de marzo de 2004– es de un coraje fuera de lo común. Una vez más, el antiamericanismo de los formadores de opinión ha oscurecido sus juicios. Afirmaron que los iraquíes se rehusarían a abrirse a un proceso democrático iniciado por EE.UU. e impuesto por la fuerza de las armas: han sido nuevamente burlados.
(Por Chagnon Riposte)
El ganador de Irak
En su mensaje del Estado de la Unión el martes pasado, George W. Bush sonó triunfalista a dos días de los comicios en Irak. Apeló al patriotismo y a su cruzada para “liberar” y “democratizar”, advirtiendo a Siria e Irán como los próximos en esa misión. De hecho, su vicepresidente no descarta ninguna opción para tratar el asunto nuclear iraní (ver pág. 15).
The Guardian
El presidente Bush realizó claras advertencias a Siria y a Irán y les dijo que eran los próximos en su misión de expandir la democracia por el mundo. El discurso del Estado de la Unión frente al Congreso ha sido descripto como reconciliatorio, pero, junto a la serie de referencias a alianzas e iniciativas internacionales, hubo algunas palabras duras. Después de hacer un racconto de la caída de los talibanes en Afganistán y de Saddam Hussein en Irak, el mandatario dijo: “Todavía hay gobiernos que apoyan y protegen a los terroristas, pero la cantidad ha declinado. Hay regiones que todavía buscan armas de destrucción masiva, pero ahora son blanco de nuestra atención y habrá consecuencias”.
(Editorial)
New York Times
El discurso del Estado de la Unión en los últimos años se ha convertido en una lista de todo lo que haría el presidente si tuviera el poder de hacerlo todo. Clinton era un fanático de ese enfoque, y las encuestas siempre demostraron que a los norteamericanos les gusta. George W. Bush hizo una versión modificada, con una cantidad de iniciativas que incluían algunas cosas nuevas, pero mucho era ya familiar. Estuvimos contentos de escuchar el llamado a mejores defensas en casos con pena de muerte y más centros de salud en zonas pobres, y la mención de 350 millones de dólares en ayuda a Palestina para promover el proceso de paz con Israel. Pero nos desilusionó el nuevo llamado para una prohibición constitucional de matrimonios gays y que no haga mención a ayudas para el desarrollo en Africa u otro país que no está identificado como una fuente primaria de terrorismo.
(Editorial)
ABC
El discurso sobre el Estado de la Unión pronunciado por el presidente Bush evidencia que desea introducir cambios sustanciales en el diseño político exterior que caracterizó su primer mandato. No estamos ante una alteración de las líneas maestras, sino, más bien, ante una modulación de las mismas a partir de la experiencia cosechada durante la anterior administración. Los Estados Unidos que emergen con la victoria de Bush parecen decididos a ejercer su liderazgo con maneras más flexibles. De hecho, su protagonismo hegemónico no está reñido con el ejercicio de una práctica multilateral que involucre a Europa y al resto de los países que sintonizan con la longitud de onda que caracteriza la vigencia mundial de la sociedad abierta.
(Editorial)
Preludio para el armisticio
El presidente palestino Mahmud Abbas y el premier israelí, Ariel Sharon, acordaron realizar mañana una cumbre en Egipto, la primera desde que comenzó la Intifada palestina, hace cuatro años. Se da en medio de un cese de fuego de las facciones armadas palestinas y el compromiso israelí de retirar gradualmente sus tropas de 5 ciudades de Cisjordania.
Los Angeles Times
Siempre es peligroso esperar demasiado en Medio Oriente. El fuerte declive en la violenciadesde que Mahmud Abbas fue elegido como sucesor de Yasser Arafat como líder de la Autoridad Palestina es un momento que fácilmente podría colapsar. Pero por primera vez en años, es un sentimiento de que esta vez podría haber una paz más duradera. Después de más de cuatro años de violencia y el reestablecimiento del control israelí en ciudades antes gobernadas por palestinos, el declive de la violencia debería ser bienvenido en Israel y en los territorios ocupados. Los israelíes deberían poder viajar en colectivo y comer en hoteles sin el temor de bombas. Los palestinos deberían poder caminar por las calles y dormir en casa libres del miedo de una bala israelí disparada a un terrorista pero dando en un blanco inocente.
(Editorial)
Boston Globe
La Hoja de Ruta para la paz deja presagiar una resolución final y comprensiva del conflicto israelo-palestino en 2005. El primer ministro israelí, por su parte, no ve un tratado de paz, sino un retiro de los colonos y soldados judíos de Gaza para el final de 2005. La evacuación reducirá la tensión creada por 21 colonias israelíes y el despliegue militar para protegerlas. Pero no se dirige a la necesidad de un tratado final de paz. Mientras, el presidente palestino, Mahmud Abbas, intenta llevar a cabo las precondiciones de la Hoja de Ruta para negociar la paz y encuestas recientes demuestran que la mayoría de palestinos e israelíes están a favor de una solución de dos estados para el conflicto. Sería un error permitir que la evacuación unilateral frustre los esfuerzos de paz negociados.
(Editorial)
The Christian Science Monitor
Condoleezza Rice partió en su primer viaje como secretaria de Estado de EE.UU. el jueves, y su itinerario (Europa, Turquía, Israel, la Franja de Gaza y de nuevo a Europa) signa una oportunidad histórica para la diplomacia norteamericana. Washington ha usado la fuerza militar para derrocar a un dictador. Pero la democracia por medio de la fuerza no ha funcionado bien. Muchos árabes creen que Estados Unidos quiere proteger su fuente de petróleo dominando el Medio Oriente y manteniendo una presencia prolongada en Irak La creación de un Estado palestino haría mucho para corregir su imagen.
(Editorial)