EL MUNDO
› SEGUNDO GOLPE EN DOS SEMANAS
Volvieron las FARC
Fuerzas del Ejército y de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) chocaron ayer en una zona rural del municipio de Mutatá, en el conflictivo departamento de Antioquia, al noreste de Colombia, con un saldo de 19 soldados y 11 rebeldes muertos. Los ataques de las FARC, que en las últimas dos semanas han dejado 47 militares muertos, son los golpes más fuertes que han sufrido las tropas oficiales desde que el presidente Alvaro Uribe asumió su cargo en agosto de 2002 y tendrían por objetivo obstaculizar su eventual reelección.
El cruento enfrentamiento de ayer ocurrió justo una semana después de que 16 militares murieran en otro ataque de las FARC a la base de Infantería de Marina de Iscuandé (sudoeste). Tras los ataques han comenzado a surgir interrogantes sobre la política de seguridad democrática y acerca de si la guerra del Estado –apoyada por Estados Unidos, que ha dado unos 3000 millones de dólares desde 2000– se realiza de manera eficaz o ha habido un exceso de triunfalismo frente al potencial de la guerrilla. Dirigentes políticos pidieron ayer la renuncia del ministro de Defensa, Jorge Alberto Uribe (sin relación con el presidente).
Después de la posesión de Uribe, las FARC optaron por no dar golpes tras la implementación del Plan Patriota, la mayor ofensiva contra ese grupo en cuatro décadas de conflicto. Pero los combates recientes demuestran que la guerrilla mantiene su capacidad bélica y evidencian que las FARC abandonaron su repliegue táctico. El analista León Valencia aseguró que los recientes ataques demuestran que la guerra va para largo y que “las FARC están enteritas”.