El presidente venezolano, Hugo Chávez, y su par colombiano, Alvaro Uribe, reanudaron ayer “plenamente” el intercambio comercial bilateral, paralizado desde que se desató la peor crisis diplomática entre países fronterizos de las últimas décadas, provocada por la captura del “canciller” de las FARC, Rodrigo Granda.
Chávez dijo ayer que “nada ni nadie podrá alterar la irrevocable voluntad de nuestros pueblos” de trabajar por el bien común. Por su parte, Uribe calificó de “magnífica” y “constructiva” la reunión, en la que ambos dijeron haber superado “los problemas” surgidos en el orden económico y político por el impasse diplomático. La bienvenida a Uribe auguró el fin de las turbulencias entre los dos países. El mandatario colombiano fue recibido en la propia escalerilla del avión por un Chávez amable. El buen inicio marcó el rumbo del resto del encuentro y se saldó con una conferencia de prensa conjunta en la que ambos mandatarios señalaron “la vuelta de página” del peor conflicto diplomático en veinte años.