Con el uniforme militar, el “dictador demócrata” Hugo Banzer Suárez fue sepultado ayer, cerrando así tres décadas de gravitación en la vida política boliviana, en las que pasó de ser un dictador golpista a mandatario democráticamente electo. Víctima del cáncer que lo llevó a abandonar la presidencia en agosto del 2001, Banzer murió el domingo a los 75 años en su mansión de Santa Cruz, y fue despedido con honores militares en una ceremonia en la que los mandatarios latinoamericanos brillaron por su ausencia: sólo se presentó el chileno Ricardo Lagos, que viajó ante la crítica de sus compatriotas, en una movida que tiene como trasfondo un eventual acuerdo futuro entre ambos países para resolver su conflicto diplomático heredado de los tiempos de la Guerra del Pacífico, y en el que figura una negociación para el tránsito y la comercialización del gas boliviano.
Empujado también por el gas boliviano, el otro mandatario latinoamericano que se pronunció fue el brasileño Fernando Henrique Cardoso, que envió sus condolencias y resaltó el accionar de Banzer “para tornar realidad la integración energética entre los dos países”, o sea, el acuerdo para la construcción de un gasoducto hacia Brasil.
Banzer fue sepultado en el mausoleo familiar junto a dos de sus hijos muertos en la década del ‘70. Las exequias del dos veces gobernante de Bolivia fueron encabezadas por su viuda Yolanda Prada y sus hijos. Una misa católica en la Catedral precedió a las honras fúnebres y a los honores militares del general que en 1971 asaltó el poder para instaurar una dura dictadura de siete años. Fue justamente el pasado del ex mandatario boliviano el que generó críticas de los partidos políticos chilenos por la presencia de Lagos en las ceremonias. El portavoz del gobierno, Heraldo Muñoz, aclaró que Lagos “no va a reivindicar el pasado político del ex presidente Banzer sino que va a despedir a un ex jefe de Estado de Bolivia”. “La visita de Lagos es casi personal, es por la amistad que había entre el ex presidente Banzer y Lagos. Hay que recordar que ellos fueron los que iniciaron este diálogo de acercamiento entre ambas naciones”, dijo Muñoz.
Con estas palabras, el portavoz se refirió a las movidas con que los gobiernos de ambos países –que carecen de relaciones diplomáticas desde 1978– intentaron acercar posiciones tras esa disputa territorial derivada de una guerra que protagonizaron en 1879, y que dejó a Bolivia sin salida al Océano Pacífico. En septiembre del 2000, Lagos y Banzer se reunieron por primera vez en Brasil, en el marco de una cumbre internacional. Ese acercamiento continúa con el actual gobierno boliviano. El presidente Jorge Quiroga acordó con Lagos en abril, en una Cumbre del Grupo de Río en San José, estudiar una eventual exportación de gas boliviano hacia terceros países, por un puerto de la costa de Chile.