Por Eric Silver *
Desde Jerusalén

Saeb Erakat, el jefe de las negociaciones palestinas de paz, les escribió ayer a Tony Blair de Gran Bretaña y a otros 95 líderes mundiales instándolos a que detengan la construcción que está haciendo Israel de 3500 hogares entre los asentamientos de Cisjordania de Ma’aleh Adumin y Jerusalén oriental árabe. Si las construcciones continuaran, advirtió, “cerrarían la puerta de la paz”. Los funcionarios israelíes confirmaron que Ariel Sharon, el primer ministro, había dado luz verde al proyecto, planeado originalmente hace seis años. Por otra parte, las tropas israelíes comenzaron anoche a traspasar la ciudad cisjordana de Tulkarem y del campo de refugiados vecino. La ciudad de Qalqiliya seguirá pronto.
Las nuevas casas unirían a Ma’aleh Adumin, una ciudad de 30.000 habitantes a siete kilómetros al este de Jerusalén, a la disputada capital de Israel y cementaría su poder en el lado oriental de la ciudad. Los palestinos quieren a ésa como su capital para su futuro Estado. Sharon se comprometió bajo la Hoja de Ruta a congelar la actividad de los asentamientos y a desmantelar más de los 100 “asentamientos no autorizados”, lo que todavía no ha hecho.
Mark Regev, el vocero del Ministerio del Exterior, sostuvo que todos los que habían buscado distintos escenarios para las fronteras finales entre Israel y el futuro Estado palestino durante los últimos cinco años habían ubicado a Ma’aleh Adumin dentro de la soberanía territorial de Israel. “Construir en un lugar donde hay un consenso internacional de que eso va a quedar en Israel –aseguró– de ninguna manera socava la habilidad de los palestinos para crear un Estado palestino, adyacente, viable.” Los palestinos negaron, sin embargo, ser parte de tal acuerdo. “Nunca aceptamos que Ma’aleh iba a permanecer como parte de Israel”, dijo Erakat. La expansión de los asentamientos y la extensión de la barrera de separación de Israel de Cisjordania, insistió, se apropiaba y prejuzgaba el estatus final de las negociaciones.
Por el momento, los palestinos no están rompiendo las negociaciones. “Estoy proponiendo –dijo Erakat– romper la decisión del gobierno israelí, no las negociaciones. Estoy proponiendo que los israelíes entren en un estatus permanente de negociaciones inmediatamente. La elección está entre los asentamientos y la paz. Nadie puede tener ambas.”
Junto con Blair y Bush los destinatarios del pedido palestino incluyen a Kofi Annan, el secretario general de las Naciones Unidas, Vladimir Putin de Rusia y la UE. Sharon permanentemente resistió los pedidos de ir derecho a las negociaciones para un acuerdo de paz final. Prefiere andar con cautela y probar cada paso en el camino. Los israelíes, como los palestinos, estarán listos para darle a Mahmud Abbas, el sucesor de Yasser Arafat como presidente palestino, una oportunidad. Pero después de cinco años de decepciones diplomáticas, sangría de Intifada, ninguno de los lados tiene confianza.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.