EL MUNDO
El lobo feroz que llegó como un osito de peluche
Paul Wolfowitz, un funcionario saliente de la línea dura del Pentágono, sería confirmado hoy como presidente del Banco Mundial después de haber persuadido a los europeos de su interés en el desarrollo y de haberles asegurado una posición importante con él.
Por Stephen Castle *
Desde Bruselas
Paul Wolfowitz, uno de los principales arquitectos de la guerra de Estados Unidos en Irak, ejerció ayer el puesto más alto en el Banco Mundial cuando se ganó a los ministros de la Unión Europea con promesas de luchar contra la pobreza y sugerencias de que un europeo obtendrá una posición importante en su equipo. Wolfowitz emergió de casi dos horas de conversaciones en Bruselas insistiendo en que cree “profundamente” en la misión de luchar contra la pobreza y prometiendo crear una dirección “verdaderamente multinacional” en el banco.
Conocido como un importante neoconservador, el nombramiento de Wolfowitz a la presidencia del Banco Mundial provocó sospechas de que la Casa Blanca quiere usar las instituciones globales para promover los objetivos de política exterior de Estados Unidos. Francia ha llevado la voz cantante para que un europeo sea nombrado para un alto puesto en el banco y Wolfowitz sonó complaciente, aunque no asumió un compromiso firme. Dijo que esperaba “tener un verdadero personal multinacional”, añadiendo que había “gran talento” en Europa y señalando que los países europeos en bloque son los mayores donantes del Banco. Como presidente, Wolfowitz tendrá la libertad de elegir a los directores ejecutivos del Banco que actuarán como sus segundos. El presidente saliente, James Wolfensohn, actualmente sólo tiene un director ejecutivo, Shengman Zhang, de China, pero durante los últimos 10 años a veces llegó a tener cinco.
Si hay una vacante para un europeo, los nombres de por lo menos dos candidatos franceses probablemente serán mencionados, incluyendo a Pascal Lamy, un ex comisionado europeo. Sin embargo, otra teoría es que se podría persuadir a EE.UU. de apoyar la propuesta de Lamy como jefe de la Organización Mundial de Comercio. Ningún nombre fue examinado en las discusiones de ayer con los ministros de desarrollo y finanzas de la Unión Europea, después de lo cual resultó claro que no habrá ningún intento europeo de bloquear a Wolfowitz, que se desempeñó como subsecretario de Defensa de George Bush. Jean-Claude Juncker, el primer ministro de Luxemburgo que tiene la presidencia de la Unión Europea, borró cualquier duda sobre el nombramiento, describiendo a Wolfowitz como el “presidente entrante” del Banco Mundial.
Wolfowitz dijo que todo el mundo tenía interés en luchar contra la pobreza. También confrontó su reputación, sosteniendo: “Comprendo que soy, para ponerlo suavemente, una figura controvertida. Pero en la medida que la gente llegue a conocerme mejor entenderán que creo profundamente en la misión del Banco”. Aunque los países europeos tienen votos suficientes para vetar a Wolfowitz, la tradición indica que EE.UU. designa al funcionario más alto en el Banco Mundial, mientras Europa hace lo propio en el FMI.
En la reunión de ayer, ninguno de los ministros mencionó a Irak, aunque el ministro de Bélgica para la cooperación del desarrollo, Armand De Decker, cuestionó a Wolfowitz sobre la cantidad de recursos gastados en todo el globo en defensa y no en desarrollo. De De- cker dijo que Wolfowitz había impresionado a los ministros al no desplegar “ninguna arrogancia”. Reconciliados ya con el nombramiento, los europeos están esperando que, al poner a un aliado confiable a cargo del Banco, Bush fortalecerá su poder. Un funcionario dijo: “Algunas personas en Europa lo encuentran reflexivo e inteligente. Tiene sus admiradores así como detractores en Europa”. Otro funcionario señaló las posibles ventajas de tener un presidente con línea directa con la Casa Blanca, diciendo: “Es el tipo de persona a quien le devolverán los llamados”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère
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