Corea del Norte, uno de los países que EE.UU. califica como parte del “eje del mal”, hizo el anuncio tan esperado y temido por la comunidad internacional. Las fuentes oficiales pidieron que las estancadas negociaciones multilaterales sobre su programa nuclear sean transformadas en discusiones sobre desarme nuclear, teniendo en cuenta que ya posee armas nucleares. En un claro gesto de desafío a EE.UU., el gobierno coreano dijo que “había que eliminar la amenaza nuclear estadounidense sobre la península coreana”.
El anuncio oficial de Corea del Norte, que confirmaría los temores de EE.UU., pareció apuntar más bien a tener una herramienta de negociación y hasta de chantaje para volcar la balanza a su favor. El comunicado del Ministerio de Exteriores norcoreano señaló: “Las conversaciones a seis bandas deben convertirse en un lugar para discutir métodos más amplios y justos de realizar la desnuclearización de la península coreana y no en un foro para discutir soluciones a través de un tira y afloje”.
“La creciente amenaza nuclear estadounidense sobre la península coreana y sus alrededores –que no nos dejó otra opción que desarrollar armas atómicas– debe ser eliminada y debe establecerse una relación de confianza entre nosotros y los países interesados”, agregó el comunicado.
La crisis nuclear en el país comunista comenzó en el 2002, cuando los norcoreanos anunciaron la reanudación de un programa nuclear orientado a producir armas atómicas, suspendido desde 1994 a cambio de asistencia energética procedente principalmente de los Estados Unidos. Al año siguiente, en junio del 2003, comenzaron las conversaciones a seis bandas, de las que participan Japón, Estados Unidos, Rusia, China y las dos Corea, pero hasta el momento no progresaron lo suficiente. Luego de tres encuentros multilaterales, Corea del Norte se negó a participar en una cuarta ronda de conversaciones en septiembre del 2004 y anunció su retirada total del diálogo en febrero pasado cuando declaró que posee arsenal nuclear.