Daniel Scioli viajará hoy a Roma para participar de las exequias de Juan Pablo II. A pesar de las especulaciones de una eventual presencia de Néstor Kirchner, será el vicepresidente el encargado de representar a la Argentina en el funeral que se desarrolla en el Vaticano.
Scioli tomará un vuelo de línea junto al canciller Rafael Bielsa, quien recibió las invitaciones formales de la curia romana. Allí lo esperarán el embajador argentino Carlos Custer y el secretario de Culto, Guillermo Olivieri, quien viajó anoche para ordenar la agenda de la comitiva.
Extraoficialmente se descartó la presencia de Kirchner en la despedida de los restos del Papa. La versión había circulado tras el anuncio de que su par norteamericano, George W. Bush, sí estará en el Vaticano para el funeral. El mandatario argentino sólo irá a la coronación del nuevo Papa.
El Gobierno también descartó de plano que se aproveche el viaje para avanzar en el “caso Baseotto”. No obstante, para evitar nuevos embates con la Iglesia, Kirchner desistirá de eliminar la vicaría castrense, como se había anunciado en un primer momento.
Para los desmemoriados: Antonio Baseotto había criticado al ministro de Salud, Ginés González García, por su postura a favor de la despenalización del aborto. Nada extraño si no fuera que para ello apeló a una cita bíblica en la que habló de “atarle una soga al cuello y echarlo al mar”.
Lo que está claro es que la relación de Kirchner y la Iglesia no es la que tuvieron otros presidentes. Y por eso ayer no pudo evitarse un murmullo por la ausencia del mandatario en la misa que ofició en la Catedral Metropolitana el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio. En el Gobierno aclararon que no hay cortocircuitos. Y recordaron la comunicación telefónica que ambos mantuvieron el viernes.