Transparencia, ahorro, promoción del turismo y la inversión y aplicación de políticas sociales son los ingredientes de una gestión que aspira a ser diferente. Así lo explicó a Página/12 Oscar de los Santos, quien asumirá la intendencia de Maldonado, que abarca la exclusiva Punta del Este y otros centros turísticos del litoral uruguayo, donde este domingo la coalición de izquierda de Uruguay ganó una inédita elección.
De los Santos, del gobernante Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), triunfó con el 47,4 por ciento de los votos, casi dos puntos más que Enrique Antía, del tradicional Partido Blanco –que buscaba una administración bis y fue denunciado por corrupción–. El intendente electo nació hace 43 años en el paraje conocido como Kilómetro 110, en la ciudad de San Carlos, donde su padre era obrero en una fábrica de cemento portland y la madre empleada doméstica. Cursó estudios secundarios y trabajó como pintor de obra, fue secretario general del Sindicato de la Construcción (Sunca) y militó primero en el Partido Comunista y luego en la Alianza Progresista, siempre dentro del Frente Amplio.
–Usted ha anunciado que habrá una reforma tributaria, una democratización impositiva. ¿Puede implicar un aumento del impuesto inmobiliario?
–La reforma tributaria que planteamos se hará sobre la base de la rigurosidad científica que nos llevará dos o tres años recabar: el estudio de los aforos catastrales (valuación) de la vivienda, a partir del cual se aplicarán las alícuotas o tasas inmobiliarias. En algunos casos significará algún punto de aumento en el tributo, en otros menos. Insisto, apuntaremos a la racionalidad: el pago de las viviendas será en función a su catastro (antigüedad del inmueble, situación de su mantenimiento,servicios públicos en su entorno). No aspiramos a recaudar más, sino a ser justos. Ello no significa necesariamente un aumento de la contribución inmobiliaria.
–¿Habrá un régimen especial para propietarios argentinos?
–Para todos se aplicará la justicia tributaria.
–¿Cuáles son los desafíos de su gestión?
–Necesitamos ordenar las finanzas por medio de la reestructuración del Estado y ahorrar más, así orientaremos el gasto a políticas sociales y activas de empleo con recursos municipales, contribuyendo a acortar la brecha entre ricos y pobres. De esa forma, se apunta a preservar el medio ambiente y lograr un entorno social más favorable, con mayor seguridad. Se promoverá la recuperación de activos, ya que hay casi 40 millones de dólares en impuestos inmobiliarios adeudados. Por otra parte, buscaremos asegurar que la inversión privada tenga reglas claras y que el Estado controle que se respeten, tanto del que vive como del que llega a Maldonado. Apuntaremos a optimizar los recursos y que la construcción se haga con reglas que se cumplan.
–De hecho, el código de construcción fue un tema de campaña; el FA impugnó las torres aprobadas por la intendencia saliente. ¿Esto podría afectar las inversiones?
–Tuvimos reuniones con inversores en Uruguay y Argentina tratando el tema de las normas de construcción. Aquí también los especialistas estudiarán y estableceremos normas y no habrá excepciones a ellas, como actualmente sucede, donde se construye a alturas no permitidas en determinados espacios. Los inversores necesitan conocer reglas de juego claras.
–¿Cuánto apoyo requerirán del gobierno central?
–Vamos a necesitar apoyo para obras de saneamiento y necesidades insatisfechas como emergencia social –siguiendo el plan que ha comenzado el gobierno–, obras viales, establecimiento de convenios con la Universidad de la República para preservar la franja costera y las reservas de agua dulce.
–¿Seguirá siendo un municipio que se caracteriza por su exclusividad?
–El principal producto es el turismo de sol y playa, pero que dura dos meses a altos costos. Apuntaremos a incorporar el turismo de eventos (congresos, etc.), turismo rural y turismo cultural en baja temporada. Y reducir los costos operativos, por eso queremos trabajar con gobiernos de la región –con Felipe Solá por ejemplo–, para lograr paquetes turísticos. De este modo, competiremos con un nuevo mercado de millones.
–¿Cuál será el distintivo frenteamplista?
–En ser democráticos, plantear una junta local en Punta del Este; en que sea una administración transparente; que haya mecanismos de control externo (por ejemplo, desde auditorías externas hasta el papel de la sociedad civil). Va a haber un ámbito de participación en el planteo de las políticas con todos los sectores de la sociedad civil.