EL MUNDO
› 700 MUERTOS DEJO LA FEROZ REPRESION EN UZBEKISTAN
El aliado antiterror mete miedo
Por Peter Boehm y Daniel Howden *
Desde Andijan
Las autoridades en Uzbekistán han perdido el control de la ciudad de frontera clave en el valle oriental de Ferghana, a pesar de la brutal represión que hasta ahora se cobró la vida de unas 700 personas. Si los informes de nuevas muertes se confirman, la violencia sería la más brutal de este tipo en Asia desde que China asesinara a cientos de manifestantes democráticos en la plaza Tiananmen en 1989.
El gobierno de línea dura de Islam Karinov, un aliado clave de Londres y Washington en la “guerra contra el terror”, despachó una fuerza blindada al área descontrolada en el este del país, después de masivos arrestos de supuestos islamistas radicales que desataron lo que parecía ser un levantamiento popular. Saidjahon Zayhnabitdinov, jefe de grupo local Appeal que defiende los derechos humanos, dijo que las tropas habían matado a unos 200 manifestantes el sábado en Pakhtabad, en las afueras de la ciudad de Andijan, donde testigos vieron a fuerzas de seguridad matar hasta a 500 civiles la noche anterior.
Funcionarios de las Naciones Unidas, grupos de derechos humanos y la policía de frontera kirguisia dijeron que miles de refugiados estaban huyendo de la violencia en y alrededor de Andijan y se dirigían al área cercana a la frontera, lo que condujo a un descontento mayor. Las fuerzas de seguridad leales al régimen de Karimov habían sellado anoche la ciudad de Korasuv, en la frontera con Kirguistán. La policía, fuertemente armada, había colocado barricadas en el camino hacia Korasuv y los funcionarios admitieron que habían perdido el control de la ciudad, que es una línea económica hacia la más rica y liberal Kirguistán.
“No hay policía ahí y tampoco hay una administración civil”, dijo un oficial de policía. Andijan misma se ha convertido en una ciudad fantasma. La ciudad de 300.000 habitantes fue sofocada ayer por una masiva presencia militar. Esto estuvo apoyado por la policía en cada esquina, mientras el gobierno aflojaba los controles estrictos a los que fueron sometidos los periodistas y el área sellada el domingo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.