EL MUNDO
› EL SIGNIFICADO DEL VOTO GALLEGO
¿Cambio o continuismo?
Por Mercedes López
San Miguel
El candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, dijo representar el cambio –en contigüidad con el gobierno nacional– y se proclamó la antítesis del ex ministro franquista, Fraga Iribarne. La consulta tuvo de trasfondo la campaña de los conservadores populares contra las iniciativas socialistas en marcha (diálogo con ETA si se desarma, con luz verde del Congreso; matrimonio entre homosexuales) y, en el medio, el anuncio de la organización separatista vasca ETA de no atentar contra los electos de partidos políticos.
La elección representa otra prueba personal –si no logran un escaño más, será fallida– para el presidente del PP, Mariano Rajoy. Este fue derrotado en las legislativas españolas de marzo del 2004, tras haber asumido la difícil sucesión del jefe de gobierno José María Aznar (con sus mentiras sobre el atentado de Madrid del 11 de marzo y su alianza con EE.UU. en la guerra contra Irak). También gallego, Rajoy se implicó de lleno al final de la campaña de la región –lo propio hizo José Luis Rodríguez Zapatero–, esperando que un vuelco del electorado conservador desmintiera los sondeos que proyectaban la pérdida de la mayoría absoluta de los populares en favor de un gobierno de coalición entre los socialistas y los nacionalistas gallegos.
Como parte de la campaña, la derecha llamó a movilizarse en oposición a que el gobierno socialista de Zapatero negocie con la ETA; a la decisión de devolver del Archivo de la Guerra Civil en Salamanca unos documentos que le fueron incautados al gobierno de Cataluña por las fuerzas franquistas en la Guerra Civil. Los movilizados rechazaron anteayer el matrimonio homosexual y tomaron partido por la Iglesia (en contra del gobierno de Zapatero) en la disputa sobre la enseñanza religiosa.
Si Fraga Iribarne pierde, el gobierno socialista reforzará su prestigio como vencedor de las batallas en las urnas. La derrota en su feudo histórico supondría un duro revés para el PP, cuya influencia depende, con todo, de su poder regional en España.