EL MUNDO
› COMPARECEN EN BRASIL POR EL CASO DE SOBORNOS
La prueba no llega por Correo
“Nadie en este país tiene más autoridad moral y ética que yo para realizar lo que necesita el país”, dejó en claro el presidente Lula da Silva, que comenzó una reforma forzada con el reemplazo de su hombre fuerte, José Dirceu, por la ex ministra de Minas y Energía, Dilma Rousseff –tomó posesión ayer–. El diputado petista Miro Texeira compareció frente al Consejo de Etica de Diputados y continuó afirmando que aunque conocía las denuncias del diputado Roberto Jefferson, no hay ni hubo pruebas. La Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) comenzó a sesionar e interrogó al ex jefe de departamentos de compras del Correo, Mauricio Marihno, un aliado de Jefferson y el único funcionario que fue grabado recibiendo coimas.
El Consejo de Etica procesa a Jefferson por acusar al Partido de los Trabajadores (PT), supuestamente, sin pruebas. Aunque Texeira ratificó que el diputado le había contado sobre los sobornos el año pasado, continuó enfatizando que no había ni hay evidencia. En otro frente, la CPI acordó que citará a declarar a 21 personas, entre ellas políticos, funcionarios de empresas públicas y empresarios. También podrían convocar a otras 89, incluyendo a parte de la plana mayor del PT: su presidente, José Genoino; su secretario general, Silvio Pereira, y su tesorero, Delubio Soares, así como al ex jefe de Gabinete José Dirceu.
Dirceu afirmó que se va “con las manos limpias” y que “servir al Estado brasileño y al presidente Lula en el gobierno ha sido un placer” y aseguró que regresa “con honor” hoy a su banca de diputado. La nueva jefa de Gabinete, una economista de 58 años que reivindica su pasado guerrillero, aseguró, por su parte, que no tendrá sólo un rol “técnico”, en respuesta a los analistas que destacaron como su punto débil sus escasas relaciones con el Congreso, un aspecto crucial de su nueva gestión como negociadora del gobierno con los otros partidos políticos. Rousseff declaró que va a ayudar a Lula “en el arte de gobernar”.
“Vamos a investigar. Con la corrupción no se juega. Lo que no podemos hacer es correr detrás de denuncias vacías”, sentenció Lula. El mandatario alertó sobre todas las votaciones de proyectos legislativos que quedaron en segundo plano: “No podemos permitir que por culpa de la CPI el Congreso no funcione”. Lula también criticó a aquellos de la oposición que boicotean su gobierno pensando ya en las próximas elecciones presidenciales. Finalmente, buscó desmentir rumores por la obtención de la presidencia de la CPI y explicó que el Congreso “dispone de mecanismos de autoinvestigación, el Poder Ejecutivo no tiene cómo controlar, es responsabilidad de los diputados, que pueden crear cuantas CPI quieran”. En medio de ese clima, la Coordinadora de Movimientos Sociales, que reúne, entre otros, al Movimiento Sin Tierra (MST), la Central Unica de Trabajadores y la Unión Nacional de Estudiantes, difundió ayer una “Carta al Pueblo Brasileño”. Allí afirman que “alianzas entre sectores de derechas, de la prensa y la elite financiera” estarían alentando las denuncias, con el objetivo de crear “un clima de golpe” y sabotear el proyecto que realiza el presidente Lula da Silva para la “construcción de una sociedad justa e igualitaria”.