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› LULA Y EL PT ANTE LAS DENUNCIAS DE CORRUPCION
Todos miran a los petistas
El presidente del Partido de los Trabajadores (PT), José Genoino, afirmó que no va a renunciar a su puesto y confirmó para mañana una reunión de la Ejecutiva Nacional del partido, cuyos más altos cargos están bajo cuestionamiento después de que el sábado la revista Veja divulgara la existencia de un préstamo de 2,4 millones de reales (un millón de dólares al cambio actual) avalado por el publicista Marcos Valerio, quien está en el epicentro de las denuncias de corrupción que acosan al partido.
Tras esa revelación, la crisis “empeoró mucho, porque ahora involucra al PT directamente, mostrando que el vínculo del partido con Marcos Valerio era antiguo y estrecho”, afirmó el domingo a la AFP el analista David Fleischer, profesor de la Universidad de Brasilia. “El préstamo en sí no es un problema, pero sí lo es quien firma y paga, y en este caso es una persona que tiene contratos (de publicidad) con el gobierno (sus empresas públicas), lo que muestra una relación como mínimo viciada”, añadió y explicó que a partir de esta denuncia todos los contratos de empresas estatales estaban sujetos a duda.
Valerio se convirtió en el centro de las investigaciones de corrupción después que el diputado del Partido Laborista Brasileño (PTB) y ex aliado del gobierno, Roberto Jefferson, denunciara al publicista por millonarias transacciones, ya confirmadas, y por ser el que conseguía la plata para sobornar a parlamentarios para que se pasaran a la base aliada del PT. José Genoino, presidente de este partido, al principio negó la relación con Valerio, pero luego tuvo que reconocerla, y decidió culpar a su tesorero, Delubio Soares, al que antes había defendido a ultranza.
Soares tuvo que reconocer que el préstamo de febrero de 2003 –un mes después de la investidura de Lula– existió, pero aseguró que contó con el aval de Genoino y del publicista, que además pagó una parcela de intereses. Soares argumentó que el banco había pedido un avalador con respaldo económico y, por eso, Valerio pagó cuando el PT no pudo.
La noticia cayó como una bomba sobre el PT. “La situación de Genoino se ha vuelto insostenible”, declaró el diputado Ivan Valente. Las corrientes de izquierda del partido, a la que pertenece Valente y que están ganando espacio con la crisis, reclaman desde hace semanas la dimisión de Soares y del secretario general, Silvio Pereira, para preservar al partido, y volver a una política económica más acorde a sus bases sociales.