EL MUNDO
El fantasma de Génova sobrevuela Edimburgo a dos días de la cumbre
La policía escocesa chocó con los manifestantes que recreaban un carnaval anticapitalismo, en la antesala a la cita del G-8 (los 7 países más ricos y Rusia). Hubo alrededor de 90 detenidos.
Por Jason Bennetto y Paul Kelbie *
Al menos 90 manifestantes anticapitalistas y anarquistas fueron arrestados ayer por la policía tras una marcha en las calles de Edimburgo, a dos días de la cumbre del G-8 en Gleneagles, a una hora de aquí. Medio centenar de manifestantes seguía cercado por la policía. Esta informó que por lo menos 20 manifestantes y algunos policías con heridas leves fueron atendidos en un hospital local, precisando que se habían registrado incidentes en varios puntos de la ciudad. Para mañana está convocada una gran manifestación a la que se espera que acudan cientos de miles.
Los manifestantes anticapitalistas y la policía antidisturbios chocaron ayer en Edimburgo mientras la tensa espera antes de la cumbre del G-8 se volvía cada vez más violenta. Los manifestantes atacaron a la policía con tachos de basura, bancos, botellas de plástico y plantas después que se desataran las escaramuzas a lo largo de la principal avenida de la ciudad y las calles que la atraviesan. La lucha continuó toda la tarde, mientras los manifestantes armaban una barricada con los carros de los supermercados y les tiraban piedras a los oficiales.
La policía advirtió que la acción de los activistas protestando por la cumbre “parece estar aumentando”. Antes de que comenzara el choque, ayer a la tarde, los transeúntes vieron divertidos cómo 500 anarquistas y miembros del Ejército de Payasos Rebeldes de Insurgentes Clandestinos hacían malabarismos con bolsas, golpeaban tambores y bailaban por los cordones policiales. Pero la tensión creció durante el “Carnaval para el Total Disfrute”, que había sido organizado para protestar contra la “guerra y el salario de esclavo”.
Mientras los manifestantes se dirigían hacia la oficina principal de la aseguradora de vida Scottich Widows, la policía montada y los camiones antidisturbios cerraron el distrito financiero y el lado oeste al tráfico. Cuando los manifestantes fueron acorralados en las calles laterales, se desató la lucha y los oficiales sacaron los bastones y obligaron a la multitud a retroceder. Los escuadrones de policía señalaban y detenían a los líderes activistas.
La policía de Lothian y la policía fronteriza dijeron que los manifestantes se habían comportado en “una manera amenazadora y confrontativa”. “La protesta pacífica no estaba en su agenda”, dijo el asistente jefe de policía Ian Dickinson. La fuerza dijo que se habían recuperado armas y se habían arrestado a unos 90 manifestantes. Los activistas insistieron en que la policía había sobrerreaccionado. “La policía ejerció una mano muy dura y trató a dos hoy como si fuera un motín”, dijo Sally Farrer (51 años), de Manchester. “Esta fue una protesta de buen ánimo.” Otra manifestante, Natasha Crofton (22 años), de Edimburgo, dijo que a ella un policía le había pegado dos trompadas en la cara en Princess Street. “Esto es totalmente inaceptable”, dijo. “No estoy aquí como parte de un grupo. Estoy aquí sola, para protestar contra el capitalismo y para bailar. Toda la violencia la ejerció la policía, no los manifestantes.”
La policía teme que un grupo suelto de anarquistas, anticapitalistas y grupos antipobreza se estén preparando para un ataque mayor en la cumbre. Se quiere evitar una repetición del derramamiento de sangre que opacó la reunión del G-8 en Génova en el 2001, cuando la policía italiana mató a un manifestante.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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