EL MUNDO
› EL IMPACTO DE LOS ATENTADOS DE LONDRES
EN LA REUNION DE LOS OCHO
Todos para uno en la lucha antiterror
Los líderes del G-8 respaldaron a Blair y advirtieron que el ataque fue preparado para que coincidiera con la cumbre.
Por E. Ekaizer *
Desde Gleneagles
El Grupo de los Ocho cerró filas ayer en torno del primer ministro británico, Tony Blair, a través de un comunicado conjunto y declaraciones individuales, a lo largo de gran parte de la jornada, contra la operación terrorista en Londres. Los líderes esperaban anoche el regreso de Blair, que preside la cumbre de los países más ricos y Rusia, al hotel escocés donde celebran sus reuniones.
Fue el propio Blair, en su doble calidad de primer ministro británico y presidente de turno del G-8, quien leyó sobre las 12 el comunicado elaborado por el G-8, flanqueado por el presidente de Estados Unidos, George Bush, y el presidente de Francia, Jacques Chirac. Además de los jefes de gobierno y de Estado del G-8 estaban presentes los representantes de los cinco países invitados como observadores: China, India, Brasil, Sudáfrica y México. Y, junto a todos ellos, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan.
“Condenamos enérgicamente estos bárbaros ataques. Nos une nuestra determinación de hacer frente y derrotar este terrorismo”, señala el comunicado.
El G-8 expresó, en dicho comunicado, su certeza de que el atentado terrorista fue preparado para coincidir con la apertura de la reunión de Gleneagles. Y señaló que, por esa razón, se había resuelto mantener la agenda en los términos previstos.
El presidente Bush había desayunado muy temprano con Blair, quien fue informado de los atentados nada más conocerse la sincronización en Londres. Más tarde, Bush elogió la determinación de Blair al conocer la noticia de los atentados y recordó que tenía una experiencia “vivida” de lo que acababa de ocurrir en Londres, en referencia a los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
“Es una guerra contra el terror para todos nosotros”, prosiguió Bush. “No vamos a ceder ante ellos. Los encontraremos, los llevaremos ante la Justicia y al mismo tiempo vamos a extender la ideología de esperanza y compasión que aplastará su ideología de odio”, advirtió.
En lo que aquí se identificó como una evolución de Bush hacia el discurso de Blair, el presidente norteamericano trazó la contradicción entre los trabajos de la cumbre del G-8, en relación con el plan para perdonar la deuda de Africa e incrementar la ayuda anual que aportan los países ricos a dicha región, así como las negociaciones del cambio climático, con las acciones de los terroristas en Londres. “Tienen tanta maldad en sus corazones que arrebatan la vida de gente inocente.”
Fue el presidente francés, Jacques Chirac, quien contó la secuencia de los hechos en el G-8. “Blair nos reunió a todos tras conocer los detalles de los atentados y nos informó que se marchaba a Londres, pero que era necesario continuar los trabajos para no dar satisfacción a los terroristas. Blair dejó la presidencia en manos del ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw.” El presidente francés elogió al premier británico. “Me parece que hizo lo que todo líder debe hacer: estar junto a su pueblo, las víctimas y las familias afectadas.” Chirac aprovechó también para condenar la ejecución en Irak del embajador de Egipto en Bagdad.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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