EL MUNDO
“La vida diaria no va a variar”
El historiador británico Donald Cameron Watt descartó, en diálogo con Página/12, que los atentados vayan a subir la represión.
› Por Mercedes López San Miguel
Donald Cameron Watt, reconocido historiador citado por la BBC como experto en guerra y ex miembro de inteligencia británica en Austria, dio su lectura sobre los atentados de ayer en su país en diálogo telefónico con Página/12. Según el experto, el principal efecto en la sociedad será de una mayor hostilidad hacia la red terrorista de Osama bin Laden –la cara del terrorismo antioccidente–, pero descarta que varíe la vida diaria de los londinenses en materia de mayores restricciones a las libertades individuales. El gobierno laborista de Tony Blair, aliado de Bush en la invasión de Irak, será “cuidadoso en sus decisiones”, señaló Cameron Watt. La guerra en ese país es un factor –si no el factor con mayúscula– que recrudece el accionar de Al Qaida.
–¿El ataque refuerza la posición más de derecha de la sociedad británica?
–No me parece, sucedería si atacaran a la corona, o lo veo más en términos de política europea. Este ataque sin duda provoca mayor hostilidad, confusión y enojo en nuestro país con los terroristas. Pero ya vivimos situaciones traumáticas como ésta en el pasado. No pienso que estos atentados cambien el debate de la opinión pública. Aunque apuntan a presionarla, no creo que tenga un efecto real.
–¿Qué significado tiene un atentado a los británicos?
–No sé qué quiere Al Qaida. Sin duda, hace que haya más agresividad. De todas formas, es una bala perdida.
–¿La estrategia es equivocada, por ser una repetición de los ataques de Atocha y precisamente tratarse de Gran Bretaña?
–Su estrategia tiene un mal registro en el pasado (11 de septiembre, 11 de marzo), lo único que logra es mala propaganda... nerviosismo entre los londinenses.
–¿Podría tener un efecto de una mayor regulación de los activistas musulmanes en el país?
–Me parece que podrá ser a nivel de la calle, en que la policía requiera de mayor información y que haya más violencia con los inmigrantes árabes –en eso, habrá que ser cuidadosos–. Pero la comunidad musulmana no una tiene organización política. La mayoría proviene de Bangladesh, Pakistán y otros países que tienen en común sus mezquitas.
–Se dice que hay escuelas religiosas con locales con organizaciones como Al Qaida.
–No sabría decirle.
–¿Afectaría esto a los controles –siendo aun mayores– a la inmigración?
–La inmigración no es el problema. Necesitamos de las personas (provenientes de Senegal, Libia, Egipto) y las perdemos. Estos inmigrantes vienen en busca de trabajo, no se identifican con Osama bin Laden. Es obvio que se los liga con Al Qaida.
–A partir de este hecho, el gobierno británico, principal aliado de Bush en Irak, ¿podría llegar a decidir una fecha de retirada de sus tropas o, por el contrario, enviar más soldados?
–Se busca una presión en el sentido del repliegue. Me parece que el gobierno y Blair van a mostrarse cuidadosos con lo que decidan. La idea de ser más fuertes o el endurecimiento policial no son bienvenidos por la media británica.