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› SABUESOS DE LA POLICIA METROPOLITANA DE LONDRES EN PLENA PESQUISA Y ACCION
Todas las pistas que maneja Scotland Yard
Después de los atentados del 7-J, duplicados casi al calco el mediodía de ayer, la policía, los servicios de espionaje interior y exterior de Gran Bretaña y los centros de escucha del gobierno están en una cacería donde no queda hipótesis sin examinar, revisar y analizar de nuevo.
Por Kim Sengupta y Jason Bennetto *
Desde Londres
Una masiva cacería humana se lanzó ayer, mientras detectives buscaban establecer si había vínculos entre el ataque de ayer y los atentados del 7 de julio. Pruebas iniciales revelaron fuertes similitudes entre los artefactos utilizados en las dos ocasiones. Además se supo que los detonadores de ayer eran defectuosos, gracias a lo cual no ocurrió una matanza. Al menos tres de los hombres responsables por los atentados de ayer estaban sueltos anoche, después de huir de la escena.
Inmediatamente surgieron preguntas en torno de lo que parecía ser otro severo fracaso de inteligencia. Las agencias de seguridad no lograron prevenir los atentados del 7 de julio que, según admitió el ministro del Interior, Charles Clarke, “vinieron de la nada”. Sin embargo los terroristas de ayer lograron, como la última vez, llegar a sus blancos sin ser detectados en el sistema de transporte. Ayer el primer ministro se reunió con altos oficiales de la policía, MI5, MI6 y GCHQ (el centro de escuchas del gobierno) para investigar qué había salido mal hace dos semanas. Pero la policía y las agencias de seguridad insisten en que esta vez tienen importantes ventajas que no tenían en las anteriores bombas. Artefactos que no fueron detonados brindarán pruebas forenses vitales. El comisionado de Scotland Yard, Ian Blair dijo: “Creemos que esto podría representar un importante descubrimiento”. Agregó que las explosiones fallidas en los tres subtes y un colectivo, una copia del ataque del 7 de julio, hace exactamente dos semanas, “eran para matar”. Dijo que no estaba en condiciones de declarar si los dos atentados estaban conectados, pero agregó: “Hay una resonancia aquí. Hubo cuatro ataques ayer y hubo cuatro ataques antes. Todos podemos ver que los ataques tienen un patrón similar”. Los investigadores están esperando interrogar a un hombre que se cree que fue herido en el ataque fallido de Warren Street.
Dos hombres fueron arrestados durante la tarde, incluyendo uno en Whitehall, cerca de Downing Street y del Ministerio de Defensa, a quien policías armados le dieron la orden de tirarse al piso. Pero la policía dice que no estaban vinculados con los ataques. Los pasajeros que se habían bajado de los trenes y del ómnibus Nº 26 en Hackney Road, en el este de Londres, fueron ubicados por la policía en áreas armadas para entrevistarlos, tomarles la declaración y para ver si alguien había tomado alguna imagen con el teléfono celular. Los oficiales también empezaron a estudiar los videos del circuito cerrado de televisión.
A diferencia de los atentados de 7 de julio, llevados a cabo por terroristas suicidas preparados para morir, los terroristas de ayer dejaron sus bombas y huyeron, perseguidos, por lo menos en una ocasión, por transeúntes. Se cree que se detonaron al menos dos de los artefactos, pero que no lograron encender el explosivo en las mochilas. Uno ni siquiera detonó, y otro sólo lo hizo parcialmente. En los cuatro casos, las cargas principales no fueron detonadas. Al menos un artefacto, en una mochila negra, supuestamente estaba “casi intacto”. Ian Blair se negó a confirmar o negar informes de que los artefactos estaban cargados con clavos y fragmentos de metal, cuyo impacto sería letal en un área tan confinada como un vagón de tren y en un colectivo.
Todavía no está claro qué tipo de explosivo se utilizó en las bombas, pero la policía cree que era lo suficientemente poderoso como para causar una gran destrucción. Una de las preguntas clave es si el material utilizado en el explosivo es el mismo material artesanal que se utilizó en los del 7 de julio. La policía todavía intenta descubrir exactamente de qué material estaba hecho el explosivo utilizado hace dos semanas, pero se cree que sería de un material similar al “Madre de Satanás”, o triperóxido de triacentona. Los ingredientes base –limpiador de caños, lavandina y acetona– pueden comprarse fácilmente sin levantar sospechas; su composición química es simple, y en su forma final es casi indetectable para perros o sistemas convencionales de detección de explosivos. Instrucciones para realizar este alto explosivo son fácilmente obtenibles en Internet, pero se necesita mucha destreza para hacer el material exitosamente y lograr una bomba viable. Un problema es la detonación de estos artefactos. Se piensa que los cuatro terroristas suicidas del 7 de julio detonaron sus bombas manualmente porque no se han recuperado cronómetros de ninguno de los lugares de las explosiones. Los detonadores utilizados en el ataque de ayer parecen ser el punto débil.
Andy Oppenheimer, un experto en explosivos de Jane’s Information Group, dijo que los chasquidos que escucharon los testigos podrían indicar que la explosión fue causada por un detonador. “Ese sería el típico sonido que se hubiera escuchado. Este tipo de malfuncionamiento solía sucederle al IRA, que tenía fabricantes de bombas expertos, como el hombre que hizo el artefacto de Hammersmith Bridge. Podría ser un trabajo mal hecho o podría ser un intento deliberado por desorganizar la ciudad dos semanas después.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.
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