EL MUNDO
› MURIO ROBIN COOK, EX CANCILLER ANTIGUERRA DE IRAK
Adiós a un crítico de Blair
Fue el oponente británico de más alto perfil a la invasión de Irak, y eso por venir del interior mismo del gobierno de Tony Blair. Robin Cook, ex secretario del Foreign Office (Relaciones Exteriores), murió ayer a los 59 años de edad después de sufrir un colapso cuando paseaba por una montaña de Escocia.
Cook, que renunció a su cargo en 2003 por su oposición a una guerra en Irak, había defendido como ministro de Relaciones Exteriores, entre 1997 y 2001, una política exterior “ética”. De inmediato, correligionarios y miembros de la oposición salieron a elogiarlo: Blair, a quien criticó ferozmente por la guerra de Irak, lo calificó de “talento extraordinario”, mientras que Jack Straw, su sucesor en el Foreign Office, dijo que había sido “el parlamentario más grande de su generación”. Michael Howard, del Partido Conservador, dijo que la contribución de Cook a la vida política británica fue “inmensa” y lo calificó como “un político de principios que luchó tenazmente por las cosas en las que creía”. Nacido el 28 de febrero de 1946 e hijo único de un director de escuela, Cook se destacó desde pequeño gracias a una inteligencia excepcional y una capacidad de trabajo fuera de lo común. Siempre le interesó el tema de la protección social y salía a menudo en defensa de los más desfavorecidos. Diputado laborista desde 1974, Cook encarnaba para los militantes el rostro del antiguo laborismo, aquel que existía antes de que Tony Blair, una vez en Downing Street, orientara al centro esta opción ideológica.