EL MUNDO
› RUSIA Y CHINA LANZAN MANIOBRAS EN EL MAR AMARILLO
Guerra caliente en el Oriente
Por Andrew Osborn *
Desde Moscú
Diez mil tropas rusas y chinas se estaban preparando ayer para invadir la península de Shandong en el Mar Amarillo en su primer ejercicio militar conjunto, que es visto como un cuestionamiento al dominio estadounidense sobre los asuntos internacionales. El ejercicio de ocho días, apodado “Misión de Paz 2005”, incluirá fuerzas aéreas, navales y terrestres en un simulacro de una misión de estabilización en un país ingobernable. Simboliza una nueva fase de amistad en una relación bilateral que muchas veces estuvo caracterizada por una abierta hostilidad.
Hay analistas que señalaron que detrás de esta nueva relación hay oportunismo, ya que China busca comprar petróleo, gas y armas rusas y Moscú busca venderlos. Los dos países quieren enviar un mensaje a Washington: el mundo ya no es unipolar sino bipolar y que el país más grande del mundo (Rusia) y el país más poblado del mundo (China) tienen intereses comunes. Desde un punto de vista práctico es importante que los dos se lleven bien, ya que comparten una frontera de unos 4320 kilómetros. Trabajadores chinos también han comenzado a ingresar en masa al poco poblado Extremo Oriente ruso, fenómeno que claramente preocupa a Moscú. El alto mando militar de los dos países insistió en que el ejercicio no estaba diseñado para amenazar a un tercer país. Moscú y Pekín no dejan de destacar que están ensayando una misión de mantenimiento de paz que sería conducida bajo el auspicio de la ONU.
El escenario ficticio concibe un Estado imaginario envuelto en una ola de violencia alimentada por “diferencias étnicas y religiosas”. Los dos han hablado de la necesidad de “pelear contra el terrorismo internacional, el separatismo y el extremismo”, palabras que darán algo que pensar a Taiwán y a Chechenia, respectivamente. Analistas de los medios rusos también han especulado con que Moscú busca mandar una señal a cualquiera que esté pensando en iniciar una revolución de terciopelo al estilo ucraniano para que lo piense dos veces. El objetivo de la fuerza ruso-china de 10.000 hombres que participa en la “Misión de Paz 2005” es “restaurar el orden” y controlar una fuerza numéricamente superior a unos 100.000 efectivos. Lo harán lanzando un ataque anfibio y aéreo, misiles de crucero desde bombarderos y submarinos, y desplegando unidades de infantería contra “formaciones armadas ilegales” que serán interpeladas por las tropas chinas. Los ejercicios comienzan a sólo unos días de las conmemoraciones en Asia del 60º aniversario de la derrota japonesa en el Pacífico.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Laura Carpineta.