EL MUNDO
› TRAS LOS COMICIOS ANTICIPADOS SE ABRE PASO A LAS REFORMAS EN JAPON
Triunfo para la carta de Koizumi
El premier japonés, Junichiro Koizumi, y su PLD lograron la mayoría absoluta en la Cámara baja. Representa una suerte de aval al plan de Koizumi de privatizar el servicio de Correos.
Junichiro Koizumi renació de las cenizas como un ave fénix. Su Partido Liberal Democrático (PLD) se erigió con una histórica victoria en las elecciones anticipadas de ayer, al obtener 296 de los 480 escaños que componen la Cámara baja del Parlamento nipón. El premier japonés podrá volver a presentar para su votación en el Legislativo la polémica privatización de los servicios de Correos, piedra angular de las pretendidas reformas liberales de Koizumi.
La rebelión, en agosto pasado, de una parte del Senado, fue precisamente la que desató las elecciones anticipadas. La vieja guardia del PLD se enfrentó a su líder y junto con la oposición impidió la ratificación de la ley para la privatización de los servicios postales. Los resultados de estos comicios permitirán que Koizumi sea reelegido primer ministro en una sesión especial del Parlamento que se celebrará a partir de la semana próxima. Además de enviar cartas y paquetes postales, el Servicio de Correos japonés es la mayor caja de ahorros del mundo –con tres billones de dólares en fondos– y el mayor comprador de deuda pública de Japón. Asimismo, está considerado como el “segundo presupuesto” del gobierno japonés y del PLD, y con su sistema de poderosos sindicatos ha sido una fuente de votos para el partido en el gobierno. Koizumi ha prometido acabar con la burocracia que impregna esta institución y dividirla para racionalizarla y garantizar su eficacia.
El PLD consiguió ayer 296 escaños (en el anterior Legislativo tenía 249), muy por delante de la principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático de Japón (PDJ), que obtuvo 113 asientos. Esta aplastante caída del PDJ (que en la última Legislatura, antes de la convocatoria de las elecciones, disponía de 175 diputados) empujó ayer mismo a su líder, Katsuya Okada, a presentar su dimisión. Okada señaló que renunciaba a su cargo para, así, asumir su responsabilidad por el fracaso del PDJ en su meta de cambiar el color de la administración nipona, en manos del PLD casi ininterrumpidamente desde hace medio siglo. La última vez que el PLD obtuvo una mayoría que le permitió ignorar el apoyo de otras fuerzas fue en 1990, cuando obtuvo un record de 300 escaños.
El primer ministro japonés recordó ayer que tiene previsto dejar su cargo en el gobierno después de que, en septiembre de 2006, abandone también la presidencia de su partido. El tercer partido más votado en unas elecciones a las que estaban convocados 103.360.000 electores fue el Nuevo Komeito, socio de la coalición gobernante con el PLD y que obtuvo 31 escaños (3 menos de los 34 conseguidos en las anteriores elecciones). La participación de los votantes fue superior al 65 por ciento.
La oposición le cuestiona a Koizumi su agresiva política exterior con Corea y China que impidió mejorar las relaciones de Tokio con ambas naciones.