Gerhard Schroeder se lanzó a la última semana de campaña para las elecciones de Alemania, prometiendo que él y su Partido Socialdemócrata (SPD) merecen la confianza de Alemania durante otros cuatro años. Claramente reenergizado por el crecimiento de su partido en las encuestas a último momento, le dijo a una manifestación en Munster anoche que sólo su partido preservaría a Alemania como un estado “social” con paz espiritual para todos.
Las encuestas mostraban que el SPD de Schroeder achicaba la brecha con el conservador demócrata cristiano a siete puntos, con sus pequeños socios potenciales de la coalición que permanecían estáticos. El desastre humano que siguió al huracán Katrina en Nueva Orleans le dio a Schroeder y a la izquierda alemana un bono inesperado. La catástrofe demostraba todos los errores del modelo social estadounidense de libre mercado. Schroeder no tuvo que hacer nada salvo hablar sobre las ventajas de “estado social”, las imágenes de Estados Unidos en la pantalla hicieron el resto.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.