Más de 40 personas murieron en Irak ayer, 23 de ellas en tres atentados suicidas en Bagdad, otras 12 en varios incidentes en distintas partes del país –entre ellos cuatro policías–, y se encontraron los cadáveres de otras ocho personas, según fuentes de las fuerzas de seguridad. En la reunión de Naciones Unidas en Nueva York, el presidente iraquí, Jalal Talabani, pidió la ayuda de la comunidad internacional para luchar contra el terrorismo. Los atentados tienen lugar un día después de varios ataques sangrientos reivindicados por la red Al Qaida como respuesta a la ofensiva norteamericana en el foco rebelde de Tall Afar. Por otra parte, el 57 por ciento de los estadounidenses desea que Washington establezca ahora un calendario de retirada de las tropas estadounidenses de Irak, según el resultado de un sondeo del instituto Pew Research publicado ayer. El número aumentó con relación al mes de julio, que era de 49 por ciento.