EL MUNDO
› UN COMPLEJO SISTEMA ELECTORAL
Segundo voto, clave
Por José Comas *
Desde Berlín
Los casi 62 millones de alemanes convocados hoy a las urnas disponen de dos votos y, algo que ignora la mitad del electorado, el segundo es el más importante porque decide sobre el número de escaños que corresponde a cada partido en el Parlamento federal (Bundestag).
El sistema electoral alemán es una mezcla del sufragio directo y personal y el voto por la lista de un partido. Con el primer voto se elige el diputado del distrito y con el segundo la lista de un partido. Los escaños se reparten de forma proporcional, según los porcentajes de segundos votos. Esto significa que 299 diputados se eligen de forma directa y los más votados en cada distrito, de un número similar en torno de los 250.000 electores, ocupan el escaño. Los otros 299 salen de las listas que los partidos presentan en cada Estado federado, repartidos según la proporción de votos conseguidos en todo el país. Un partido que logra un 42 por ciento de segundos votos recibirá esa cantidad en escaños. Se ocupan los escaños en primer lugar con los elegidos de ese partido con el primer voto de forma directa. Después los escaños se completan con los elegidos con los segundos votos por las listas del partido hasta llegar al 42 por ciento.
El asunto se complica cuando un partido consigue más diputados por sufragio directo con el primer voto que los que les corresponde por el porcentaje del segundo voto. En este caso se respeta el voto directo de los electores. Todos los elegidos de forma directa con el primer voto entran y ocupan escaño en el Bundestag. Así se produce un excedente de mandatos y se amplía el número de escaños. Los electores pueden dar sus dos votos al candidato de un partido y a la lista del mismo o combinarlos. Se puede votar con el primer voto por el diputado de un partido y por la lista de otro con el segundo voto. De esto se aprovechan los partidos pequeños que hacen campaña de forma descarada por pedir el segundo voto. Los Verdes y los liberales (FDP) volcaron su propaganda en el final de campaña hacia la conquista del segundo voto. De esta forma, los votantes socialdemócratas (SPD) pueden ayudar a su socio de coalición Los Verdes si les dan el segundo voto y de la misma forma los democristianos (CDU/CSU) a sus aliados liberales (FDP).
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.