Al menos 19 palestinos murieron y 85 resultaron heridos luego de una enorme explosión ocurrida ayer en un desfile de Hamas en un campo de refugiados de Gaza, donde detonó un jeep con militantes enmascarados llevando dos cohetes caseros. Algunos dijeron que los muertos incluyen a Ahmed Randur, que se cree es uno de los líderes del ala militar de Hamas, quien se encontraba con otros líderes de la facción en el desfile.
Versiones iniciales de Hamas alegaban que un avión israelí dirigido había sobrevolado la zona y había disparado un misil, pero otras fuentes palestinas estaban cada vez más seguras de que la explosión ocurrió cuando misiles caseros siendo exhibidos en el desfile detonaron aparentemente de forma accidental. El ejército israelí, por su parte, negó categóricamente cualquier implicación en el estallido. El desfile suponía ser el último montado por Hamas luego de un acuerdo logrado el jueves con Mahmud Abbas, el presidente palestino, bajo el cual las facciones palestinas cesarían las exhibiciones militares en la franja de Gaza.
Antes del desfile, varios cohetes Qassam fueron disparados por el grupo Jihad Islámica en respuesta por una operación policial israelí más temprano ese día en el poblado de Ilar, cerca de la ciudad de Tulkarum, en la cual funcionarios dijeron que mataron a tres hombres buscados de la facción. Abbas calificó a las muertes en Tulkarum como una “acción peligrosa e injustificada”, agregando: “Estamos realizando esfuerzos para mantener el cese al fuego y están llevando a cabo esta acción sin ninguna razón.” Abbas dijo que reclamó a Israel y a Estados Unidos, llamando a dar fin a semejantes incursiones.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Virginia Scardamaglia.