”La nueva Argentina, la que todos queremos, debemos refundarla sobre la base de instituciones madres que fueron, son y serán los pilares fundamentales en los que se sustenta la República”, dijo ayer el presidente Eduardo Duhalde. A juzgar por el contexto en el que fue pronunciada la frase –en el acto por el Día del Ejército en el Regimiento de Patricios, en Palermo– las “instituciones madres” sobre las que hay que “refundar” el país son las Fuerzas Armadas. El Presidente no especificó si el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri, presente en el evento, era uno de los ejemplos a seguir para esta nueva república.
Al hablar ayer al mediodía en la ceremonia conmemorativa del 192º aniversario de la creación del Ejército, Duhalde no ahorró elogios para los soldados. Aseguró, entre otras cosas:
- “La sociedad argentina sabe reconocer sus esfuerzos, sus sacrificios y confía en ustedes. Sabe que la Nación cuenta con un ejército profesional, defensor de las instituciones de la democracia, respetuoso del Estado de derecho, con un alto prestigio internacional y solidario”.
- “El Ejército es una de las instituciones del Estado que ha sabido mantenerse de pie. La vocación por servir es la que los distingue en una Argentina que tiene poca capacidad de respuesta. Con hechos y no con palabras nos vemos trabajando para ayudar a crear una esperanza desde los confines de la Patria”.
- “Hoy, en medio de la crisis, encontramos nuestro Ejército sin egoísmo, mezquindades ni retaceos, poniendo su personal y medios a disposición de la comunidad, tratando de contribuir a la solución más profunda de la historia, en momentos en que voces responsables nos alertan sobre el peligro de la disolución nacional”.
El jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, también aprovechó para dar su mensaje y, en coincidencia con el Presidente, pidió que la sociedad “tenga la plena seguridad de nuestro profundo respeto por la ley, de la subordinación a los poderes constituidos y de la pluralidad de ideas y de credos por sobre las diferencias entre hermanos” (ver aparte). “Somos un Ejército optimista, que cree en el futuro, sordo a las voces agoreras, seguro de triunfar”, arengó.
Entre quienes aplaudieron a Duhalde y Brinzoni y observaron el desfile militar estuvieron los dictadores Galtieri y Roberto Levingston y quien fuera gobernador de las Islas Malvinas durante de la guerra, Mario Benjamín Menéndez. No es la primera vez que Galtieri se hace presente en ceremonias oficiales. Hace tres años, su figura sorprendió cuando saludó al entonces jefe del Ejército, Martín Balza, durante los festejos del aniversario de la Revolución de Mayo.
El dictador fue condenado a doce años de prisión por la Cámara Federal porteña por su actuación en la guerra de Malvinas. Pero aprovecha el hecho de que sigue manteniendo su condición de militar para concurrir a los eventos castrenses. Es que a pesar de que la Justicia ordenó su destitución, como el ex presidente Carlos Menem lo indultó cuando la sentencia aún no estaba firme, pudo conservar su grado y por lo tanto ser invitado a los actos del Ejército. Desde marzo de 1997 Galtieri tiene un pedido de captura internacional librado por el juez español Baltasar Garzón por su responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos cometidas cuando era jefe del II Cuerpo de Ejército.