EL MUNDO
Terminator a las medidas que impulsó Arnie según la mayoría de California
Con la mira puesta en su reelección, el gobernador ex estrella de Hollywood sufrió un revés en las cuatro propuestas del referendo del martes. Precisamente, cuando está baja su popularidad, se vuelve más vulnerable para el 2006.
› Por Yolanda Monge*
Desde Washington
Las urnas le dieron el martes la espalda a Arnold Schwarzenegger. La peor derrota de su carrera política le llega al gobernador de California después de que todas las medidas que impulsó en un referéndum especial para lanzar la reforma del Estado al oeste de Estados Unidos fueran rechazadas. De las ocho propuestas sometidas a votación, los californianos votaron en contra de las cuatro promovidas por el gobernador republicano, según datos de la Secretaría de Estado, con más del 94 por ciento de los votos escrutados.
Schwarzenegger puso todo su capital político en la consulta de anteayer, que se considera el arranque a su campaña para la reelección por otros cuatro años en 2006. Las elecciones especiales se celebraron exactamente dos años después de que el ex actor de cine ganara con amplia ventaja unas elecciones extraordinarias en California y amenazara al Congreso estatal, de mayoría demócrata, con consultar a la ciudadanía si los legisladores se negaban a aprobar sus medidas. Los expertos consideran que esta consulta era fundamental para que Schwarzenegger recuperara el lustre perdido en su corta carrera política de cara a 2006. En opinión de los analistas, los malos resultados reducirán la capacidad del republicano de amenazar con “acudir a la gente”. Su vulnerabilidad de cara a 2006 está más que probada.
En las elecciones estatales más caras de la historia, con un coste de 300 millones de dólares, el gobernador desplegó todas sus artes cinematográficas para seducir a los votantes como si fueran una cámara y conseguir que aprobasen “sus” propuestas: la número 74, 75, 76 y 77. Con ellas pretendía aumentar el período de prueba de los docentes antes de otorgarles un contrato fijo; exigir que los sindicatos pidan permiso a sus miembros para usar sus fondos en campañas políticas; aumentar el poder del gobernador para limitar el gasto público y rediseñar los distritos electorales. Las dos últimas, en las que más se dejó la piel Schwarzenegger y que hubieran supuesto una reforma real, fueron rechazadas por una amplia mayoría y suponen su mayor derrota. Sindicatos de maestros, bomberos y enfermeros lanzaron desde hace meses una virulenta campaña contra el mandatario estatal al que acusaron de “no ser el gobernador que dijo que iba a ser”.
Luego de la elección, el consejero republicano Dan Schnur dijo: “Schwarzenegger fue electo como centrista. Gobernó como centrista. Pero en los últimos meses los californianos sólo han visto al Arnold conservador”. Las propuestas del gobernador fueron extraídas directamente del “manual” del Partido Republicano –un gran error, de acuerdo con críticos de los dos partidos más importantes, porque demolió sus afirmaciones de ser el “gobernador del pueblo”, visceralmente opuesto a políticas partidarias–.
El 61,6% de los californianos votó en contra de la propuesta 76 y un 38,4% lo hizo a favor. La número 77 sufrió un 58,9% de votos en contra y un 41,1% a favor, según resultados a falta del cien por cien del escrutinio. Al margen de las medidas de
Schwarzenegger, una de las propuestas que causó más polémica, que requería que se notificase a los padres antes de que una menor pudiera abortar, estaba ayer empatada. El gobernador de la rica California (un estado que está entre las primeras diez economías del mundo) ensayó con éxito el camino de la consulta popular un año y medio atrás, cuando los votantes apoyaron dos propuestas para enfrentar el déficit presupuestario. Ahora el mandatario está herido. Su referéndum ha sido un fracaso. Y su administración vive el peor índice de aprobación desde que Schwarzenegger “Gobernator” asumió el poder en noviembre de 2003.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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